Como en cualquier aspecto de la vida, la experiencia es un grado en el tema de la docencia, el aprendizaje y los estudios. En la formación es bueno seguir el ejemplo y las experiencias que trasmitan las personas que han alcanzado la meta que el estudiante busca, así será mucho más sencillo que se llegue al objetivo marcado con el estudio.
El aprendizaje de idiomas es un claro exponente de este postulado, ya que hay personas que tienen una mayor facilidad para dominar por completo nuevas lenguas. Los denominados políglotas dominan a la perfección varios idiomas como si fueran sus lengas maternas. Es cierto que superar los tres idiomas, está al alcance de muy pocos, pero lo lógico es que cualquier estudiante busque potenciar su nivel de inglés para encontrar una mejor salida laboral.
Una reciente entrevista con Olly Richards, una de estas personas tocadas por una varita a la hora de conocer numerosos idiomas de forma nativa, pone de manifiesto alguna de las claves y pasos a seguir que debe tener en cuenta aquellas personas que exploran algún lenguaje alguna vez, o que quieren aumentar un poco más el nivel adquirido a lo largo de su trayectoria docente.
Comenzar con diálogos breves y sencillos es la primera indicación de este políglota. Richards calcula que, en unos 90 días, cualquier persona puede conocer y utilizar un idioma con más o menos profundidad. Leer libros para principiantes, textos que no superen las 200 palabras indicará que el estudiante va por el buen camino para pasar al siguiente nivel.
La pronunciación debe ser otro pilar fundamental que se abordar en estas primeras etapas. Esta parcela se basa en tres pilares básicos: Aprender primero la pronunciación propiamente dicha, no traducir al idioma nativo y utilizar sistemas de repetición espaciados.
Cualquier persona que quiera seguir adelantando en el conocimiento del idioma debe conjugar solo un verbo: leer. Esta debe ser la acción más asidua en estos meses de estudio, ya que, aunque en los inicios no se comprenda todo lo que se está percibiendo de manera escrita, es bueno para ir conociendo expresiones, vocablos que se repiten o entendiendo el propio sentido de los textos en su conjunto.
Este políglota acerca la realidad del aprendizaje de un idioma, desterrando viejos mitos como poder aprender una nueva lengua mientras se duerme. Richards es tajante en este sentido, “es una pérdida de tiempo”, postula.
Aprovechar las ventajas de las nuevas tecnologías también es una buena idea. Visionar películas y series de televisión en inglés, eso sí, sin subtítulos, permitirá al estudiante ir adaptando su oído a expresiones y formas de hablar que posteriormente le serán muy útiles para llegar al objetivo marcado.