Magdeburgo (dpa) – La razón por la que Jana Bartsch se convirtió en una donante especial fue su hijo de unos pocos meses, nacido prematuramente. Apenas nació, después de tan solo 34 semanas de gestación, Emil debió ser sometido a varias operaciones.
Durante todo ese tiempo su madre no podía amamantarlo. Entonces, Jana comenzó a extraerse leche hasta el día en que su hijo pudo finalmente tomar del pecho por su cuenta.
«Primero se llenó nuestro congelador y luego el de nuestros suegros», cuenta la madre, de 29 años. Pero también la nevera en el Hospital Universitario de la ciudad germana de Magdeburgo, donde su hijo pasó nueve semanas, estaba abarrotada de la leche materna. Bartsch decidió entonces donar su leche a otros bebés.
La idea de los bancos de leche materna, que en Alemania ya se conocen desde hace 100 años, está cobrando un nuevo impulso en el país.
Según Ralf Böttger, director del banco de leche de Magdeburgo, en 2016 había 15 instituciones de este tipo en todo el país. Entre tanto, hay 23, y están surgiendo más, destaca.
Böttger es uno de los fundadores de la iniciativa nacional de bancos de leche materna en Alemania.
«Nos comprometemos a garantizar que en cinco años cada estado federado tenga al menos un banco de leche materna, y que en el futuro todos los bebés prematuros que lo necesiten tengan acceso a la leche de donantes de un banco de leche», explica Anne Sunder-Plassmann, una de las integrantes de la iniciativa creada el año pasado.
La leche materna es el mejor alimento para los bebés prematuros y para los recién nacidos, subraya Böttger. Si bien los alimentos comerciales para bebés prematuros incluyen muchas sustancias de la leche materna, no se pueden obtener todos los componentes, añade el neonatólogo.
Por ejemplo, la leche materna tiene ventajas para el desarrollo del sistema inmunológico y la protección contra las infecciones. Varias enfermedades son menos comunes en los bebés prematuros que reciben leche natural. «La leche materna ofrece protección», asegura Böttger.
Hay madres que tienen demasiada leche, y hay otras, en cambio, que no pueden amamantar a sus hijos por diversos factores, que pueden ser psíquicos como físicos, apunta el especialista.
En estos casos, sus hijos pueden obtener leche materna de mujeres donantes. Si los bebés son prematuros o aún no logran succionar el pecho de la madre se los amamanta a través de una sonda.
Jana Bartsch tiene el extractor de leche listo para usar en el baño. El dispositivo del tamaño de una caja de zapatos genera un vacío parecido a la succión del bebé sobre el pezón materno y bombea la leche a través de un embudo y un tubo a un biberón.
«Aquí es donde me siento por la noche», cuenta la enfermera señalando una silla junto al lavatorio. Después de amamantar a su hijo y dormirlo, la extracción de leche sólo le toma unos minutos.
La cantidad de leche ya ha disminuido considerablemente en comparación con el principio. «En aquel entonces producía un litro y medio al día y no quería desecharlo», explica Bartsch su motivación.
Böttger ya ha ayudado a más de 300 bebés con leche donada al banco de leche materna en Magdeburgo, que reabrió sus puertas en 2014 y recibió en total unos 1.230 litros de leche de casi 80 donantes.
«Actualmente tenemos suficiente leche para nuestros propios pacientes», indica Böttger.
Una donación de leche es similar a una donación de sangre. La donante debe estar sana, llenar un cuestionario y realizarse un análisis de sangre. Además, se analiza la leche para detectar gérmenes, aclara el médico.
La historia del banco de leche de Magdeburgo se remonta a hace 100 años: el 19 de mayo de 1919 se estableció como primer centro de recolección de leche en Alemania.
Al dar a luz a su hijo, la pediatra Marie-Elise Kayser también notó que tenía suficiente leche para amamantar a más de un niño y decidió donarla. Pronto se corrió la voz y rápidamente muchas mujeres llevaron su excedente de leche a la clínica. También se establecieron bancos de leche materna en otras ciudades.
Mientras que en la ex República Democrática de Alemania los bancos de leche siguieron funcionando, en Alemania Federal las instalaciones cerraron en la década de 1970.
«Creo que el cierre de los bancos de leche materna en la República Federal de Alemania en los años setenta se debió sobre todo a la posibilidad de acceder a mejores alimentos industriales y a su publicidad masiva», explica Anne Sunder-Plassmann, de la iniciativa de bancos de leche materna Frauenmilchbank.
Luego, la aparición del HIV/sida le dio el «golpe mortal» a los bancos de leche materna en muchos países.
Un mapa de los actuales bancos de leche materna en Alemania muestra una clara división entre los estados del este y del oeste: 15 se encuentran en Alemania Oriental y sólo ocho en Alemania Occidental. Está prevista la apertura de nuevas instalaciones, informa la iniciativa.
Hasta ahora, las clínicas que quieren crear un banco de leche han solventado en gran medida los costos. Según la iniciativa de bancos de leche materna, el estado federado de Baja Sajonia es el primero que apoya a las clínicas en este proceso.
«En otros estados germanos la instalación de bancos de leche materna fracasa porque los hospitales deben asumir todos los costos», explica Sunder-Plassmann.
La experta añade que aunque la leche de donantes puede ser vital para la supervivencia de los bebés prematuros, las compañías de seguros de salud todavía no cubren los costos que generan los bancos.
Por Dörthe Hein (dpa)
Foto: Marcel Kusch/dpa