Valencia, 17 feb (EFE).- El Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS), con sede en Valencia, ha logrado obtener una innovadora mezcla asfáltica más resistente y sostenible que las convencionales con la incorporación de residuos plásticos en su fabricación, que se han empleado en asfaltar dos kilómetros de un tramo de la M-300.
La investigación ha sido desarrollada en colaboración con Acciona Infraestructuras, la Dirección General de Carreteras de la Comunidad de Madrid y bajo la coordinación de la Universidad de Cantabria, dentro del proyecto Polymix, informa Aimplas en un comunicado.
Se trata de un asfalto a cuya composición se han añadido, de forma independiente, neumáticos fuera de uso (NFU), tapones de polipropileno (PP), envases de polietileno y perchas de poliestireno para asfaltar un total de dos kilómetros de un tramo de la M-300 en los accesos a Alcalá de Henares.
Los socios del proyecto Polymix han estudiado el comportamiento del tramo de carretera asfaltado durante los últimos 18 meses, y han concluido que las nuevas mezclas asfálticas no sólo cumplen con los requisitos para la construcción de carreteras sino que se obtiene una mejora notable en la resistencia a las deformaciones plásticas con respecto a la mezcla asfáltica convencional.
Esto permite, añade el instituto, que tengan un mejor rendimiento frente a la aparición de roderas, especialmente importante con altas temperaturas o tráfico pesado lento.
Además, se produce un aumento generalizado de la rigidez sin comprometer, o incluso mejorando como en el caso de los NFU, su comportamiento a fatiga.
Estas propiedades mecánicas convierten a las mezclas Polymix en una capa de rodadura que soporta mayores cargas del tráfico mejorando la capacidad estructural del firme y mejora la resistencia frente a las deformaciones plásticas, y en el caso de PP prácticamente dobla el resultado.
Respecto a las ventajas de este asfaltado alternativo, Aimplas asegura que reduce el volumen de materia prima empleada en su fabricación, como los áridos naturales, y proporciona además nuevas vías de reutilización para grandes volúmenes de residuos plásticos a través de un método sencillo que se puede incorporar a cualquier planta asfáltica.
De esta manera, si su implantación se extendiera a todo el territorio nacional los residuos se podrían consumir prácticamente donde se generan, y se obtendrían además unas carreteras más sostenibles con un menor impacto ambiental.