A pesar de que su controvertida actuación junto a Miley Cyrus suscitó todo tipo de críticas tras la gala de los MTV Video Music Awards, parece que Robin Thicke y su familia permanecen completamente ajenos a la polémica que se ha generado a su alrededor, ya que no dudaron en lucir amplias sonrisas a su llegada a un hotel de Nueva York. Sosteniendo a su hijo en brazos, el intérprete se decantó por un sobrio conjunto en tonos oscuros, mientras que su mujer, Paula Patton, prefirió apostar por una camisa beige a juego con su cazadora de piel y su original sombrero.