La popular Kate Winslet no dudó en presumir de embarazo durante su paso por la alfombra roja del Festival de Cine de Londres, un evento en el que no solo presentó su estreno más reciente, la comedia ‘Labor Day’, sino que también aprovechó para compartir algunos embarazosos secretos de su actual estado de gestación: concretamente la posibilidad de que perdiera el control de su vejiga en el momento más inesperado.
«Estoy bien, aún me queda bastante camino por recorrer, por lo que todavía no tengo dificultades para caminar y mantener el equilibrio. Pero por favor, no me dejéis estornudar, porque podría orinarme aquí mismo y acabar muerta de vergüenza», espetó la actriz a los reporteros que se interesaron por el desarrollo del que será su tercer retoño.
A pesar del riesgo de liberar algunos de sus fluidos corporales accidentalmente, Kate Winslet aseguró que su embarazo todavía no ha provocado grandes cambios en su vida cotidiana, ya que por el momento no da demasiada importancia a su constante necesidad de ingerir grandes cantidades de zumo de naranja.
«No tengo casi ningún antojo, tan solo beber zumo de naranja. No sé por qué tengo esa necesidad, pero tampoco me preocupa porque es algo normal. Me gustaría sentirme atraída por algo menos común y convertirme en la mujer del anuncio que solo come plátano y atún. Pero no, no soy así», reflexionó la actriz.
Aunque este será su tercer hijo -el primero junto a su marido Ned Rocknroll, con quien se casó en diciembre de 2012-, la estrella británica nunca ha seguido una estrategia específica para compaginar su faceta laboral con las preocupaciones inherentes a la maternidad, por lo que desconoce si dejará temporalmente el mundo del cine para cuidar de su bebé o si tratará de sacar tiempo de su agenda para lidiar con ambas responsabilidades a la vez.
«Mejor pregúntame eso en la siguiente alfombra roja, cuando sepa cómo me voy a organizar en mi vida», aseveró la artista.