Moscú, 28 jul (dpa) – Decenas de miles de personas se manifestaron hoy en toda Rusia para protestar contra la proyectada reforma del sistema de pensiones y exigir la dimisión del primer ministro Dmitri Medvedev.
«Esta no es una reforma, sino un crimen contra la nación», exclamó el líder del Partido Comunista, Guennadi Ziuganov, ante los manifestantes en el centro de Moscú, que gritaron «vergüenza». Las manifestaciones habían sido convocadas por el Partido Comunista, varios sindicatos y grupos de izquierda.
El Gobierno ruso planea aumentar de forma escalada la edad de la jubilación para hombres en cinco años, hasta 65 años, y para mujeres en ocho años, hasta 63 años. El Parlamento ha aprobado la nueva ley en primera lectura, aunque todavía se pueden hacer enmiendas. El proyecto ha sido criticado por varios partidos políticos.
«Muero antes de jubilarme», rezaba una de las pancartas que enarbolaban los manifestantes. La esperanza de vida en Rusia es como promedio de unos 67 años para hombres y unos 77 años para mujeres.
Según cifras correspondientes a enero pasado, en Rusia viven unos 46 millones de jubilados, lo que supone alrededor de un 32 por ciento de la población. La jubilación media asciende a una cantidad equivalente de unos 200 euros mensuales.
«Solo es posible vivir de la jubilación cuando uno gasta todo el dinero en comida y alojamiento y compra una vez cada medio año algo para vestirse. No alcanza para más», dijo durante la manifestación en Moscú Nadeshda, una jubilada de 59 años.
Según el instituto de estadística Rosstat, alrededor de un 40 por ciento de los hombres de entre 60 y 65 años y de las mujeres de entre 55 y 63 años sigue trabajando a pesar de estar jubilados. Además, poco más de un 20 por ciento tiene un trabajo fijo, de acuerdo con encuestas. De esta manera, la jubilación en Rusia es para los que ganan poco un segundo ingreso para poder asegurar un estilo de vida digno, explicó el periódico «Vedomost».
Los planes del Gobierno han causado estupor en todo el país. Muchos rusos esperaban un aumento de las jubilaciones y ahora se encuentran con que van a tener que trabajar más años. De acuerdo con el instituto demoscópico independiente Levada, el 90 por ciento de los rusos rechaza la reforma.
Lo que también ha sentado mal es el hecho de que el Gobierno anunciara los planes el 14 de junio, justo durante la inauguración del Mundial de fútbol, cuando todo el país estaba preparándose para disfrutar del torneo. En opinión de muchos críticos, el Estado mostraba así una falta de respeto por el pueblo.
Los sindicatos difundieron online una petición, firmada ya por unas 2,9 millones de personas, en la que recuerdan que en decenas de regiones rusas la esperanza de vida para hombres se sitúa como promedio por debajo de los 65 años. «Si se lleva a la práctica la propuesta de aumentar la edad de jubilación, una gran parte de los ciudadanos no estará viva para acogerse a la jubilación», señala el texto de la petición.
El presidente Vladimir Putin, quien durante más de un mes se abstuvo de comentar el proyecto de ley, afirmó finalmente que aunque no le gustaba el aumento de la edad de jubilación, este era necesario. Putin recordó que en 1970 había 3,7 trabajadores por cada jubilado y hoy hay seis trabajadores por cada cinco jubilados. «Este número va a bajar y entonces el sistema va a reventar», advirtió.
