Oviedo, 13 ene (EFE).- Alsa ha advertido hoy de que se plantea suspender los servicios mínimos si continúan los «niveles de violencia» registrados en las dos primeras jornadas de la huelga ante la necesidad de garantizar la seguridad de usuarios y empleados, después de que hoy se hayan registrado ocho nuevos ataques a autobuses,
Uno de los nuevos ataques registrados en la segunda jornada de huelga, que afecta a la empresa de transporte de viajeros por carretera para los trayectos con origen y destino en Asturias, ha vuelto a tener como objetivo un autobús escolar mientras realizaba la ruta con niños a bordo, según ha denunciado la compañía.
La empresa ha contabilizado 99 ataques a autobuses desde que CCOO anunciara la convocatoria de huelga, de los que 37 se registraron ayer, primer día de paros, y ocho en la jornada de hoy.
Ante la actuación de los piquetes violentos, la compañía ha advertido de que «valorará la conveniencia de seguir prestando los servicios mínimos» si continúan los ataques, algo que el responsable del sector de Carretera de CCOO de Asturias, Manuel García, ha considerado que es una «amenaza» de «cierre patronal» que además debería contar con la autorización del Gobierno regional.
Además, García ha expresado su «indignación» por los ataques sometidos a vehículos en servicios mínimos y ha apuntado que la actual situación «no tiene pies ni cabeza».
La empresa ha puesto estos ataques en conocimiento de las autoridades para que se «tomen las medias de protección adecuadas y se persiga a sus responsables».
Alsa ha querido precisar que no atribuye la autoría de los ataques a ningún sindicato, pero ha puesto de manifiesto «la paradoja de que sólo se producen cuando hay una situación de conflictividad laboral».
Además, ha subrayado que las declaraciones realizadas ayer por representantes del comité de huelga sobre la posibilidad de que la propia empresa estuviera detrás de estos ataques «se descalifican pos sí mismas».
La empresa se ha reafirmado en su disposición de asistir a las reuniones de mediación que se convoquen con el objetivo de llegar a un acuerdo que ponga fin a la huelga.
La huelga afecta a Alsa en Asturias y a varias filiales, así como a las estaciones de Oviedo y Avilés, con una plantilla global de unos 280 trabajadores, y fue convocada en protesta por la política laboral y de contratación de la compañía.
Ante los ataques protagonizados por los «piquetes violentos», la Policía Nacional ha puesto en marcha un dispositivo de seguridad en el que efectivos policiales escoltan los autobuses que prestan los servicios mínimos y también se controlan los pasos elevados de las autopistas, lugares en los que se han registrado lanzamientos de objetos al paso de los autobuses.
Por su parte, García ha acusado a la dirección de Alsa de «crear alarma social» sin fundamento al «mentir» sobre el número de lunas rotas en vehículos escolares con niños dentro en la primera jornada de huelga que, según ha subrayado, está propiciando un descenso en el número de viajeros y ha dicho que sólo hay constancia de una luna rota en este tipo de autobuses y no de once como asegura la empresa.
«No es justificable que se haya roto una luna u once, aunque no tengo claro que haya sido de esta parte», ha recalcado el representante de CCOO, que ha tildado de «mentirosos compulsivos» a los responsables la dirección de la empresa de transportes.
García, que ha indicado que hasta el momento no se ha producido ningún acercamiento para tratar de reconducir la situación y entablar negociaciones entre las partes, ha insistido en que las «mentiras de la empresa para mantener vivo el conflicto están creando un clima de tensión ente los usuarios y provocando que la gente dude de llevar al colegio a sus hijos».