Moscú, 13 ago (dpa) – El polémico convoy de ayuda humanitaria enviado por Rusia a Ucrania abandonó esta mañana su campamento nocturno en Voronesh y se encaminó a la frontera, informa la agencia estatal rusa Ria Novosti.
Los aproximadamente 280 camiones deberían entregar su carga a la Cruz Roja cerca de la ciudad de Belgorod, en la frontera. Ambas partes no se han puesto de acuerdo sin embargo sobre la forma de hacerlo. Ucrania exige que las 2.000 toneladas de carga se pasen a vehículos «neutrales», mientras que Rusia califica el pedido como «una táctica de dilación».
La ayuda es esperada con urgencia en la ciudad de Lugansk, adonde debería llegar mañana jueves. Allí unos 250.000 habitantes llevan 11 días sin abastecimiento.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, aseguró sin embargo que hay acuerdo con Kiev sobre el procedimiento. Moscú ha aceptado montar distintivos ucranianos en los vehículos a su llegada a la frontera y que la columna de casi tres kilómetros de largo sea encabezada por la Cruz Roja.
Rusia aceptó asimismo que el convoy viaje hasta el cruce de Shebekino tal como exige Ucrania pese a que eso implica hacer un recorrido más largo, añadió Lavrov.
El gobierno de Kiev teme que Rusia envíe armas a los separatistas ocultas bajo una presunta operación humanitaria. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, califica de «absurda» la acusación.
En Moscú fueron detenidas entretanto 25 personas durante un homenaje no autorizado a las víctimas civiles del conflicto ucraniano. Fueron arrestados tanto manifestantes que estaban colocando flores y velas frente a la embajada de Ucrania como un grupo de infiltrados que los insultó al grito de «traidores» y «fascistas».
