Beirut, 8 ago (EFE).- Las fuerzas armadas libanesas entraron hoy en la localidad de Arsal, en el noreste del Líbano, tras una semana de choques entre militares y miembros del Frente al Nusra y el Estado Islámico, informó el jefe del Ejército, general Jean Kajwayi.
«Nadie puede impedirnos que entremos en Arsal», dijo Kajwayi al término de una reunión encabezada por el primer ministro libanés, Tamam Salam, y su predecesor Saad Hariri y en presencia de los principales responsables de seguridad, según medios locales.
Hariri regresó hoy al Líbano después de más de tres años de ausencia por motivos de seguridad.
Según explicó él mismo, su visita tiene como objetivo concretar la ayuda otorgada por Arabia Saudí por un importe de mil millones de dólares a las fuerzas armadas libanesas para hacer frente al terrorismo.
Durante la reunión, Salam conversó telefónicamente con el rey saudí, Abdalá bin Abdelaziz, quien le expresó su apoyo para conseguir la seguridad, estabilidad y soberanía en el Líbano.
El monarca, según la prensa local, se declaró «inquieto» por lo que sucede en Arsal.
Por otro lado, Kajwaji aseguró que está convencido de que los soldados y policías que fueron secuestrados por los yihadistas «están fuera de Arsal».
Las informaciones sobre el número total de efectivos de las fuerzas libanesas en manos de los radicales son confusas, aunque esta semana ya fueron liberados al menos tres soldados y nueve policías.
Los yihadistas del Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria, anunciaron ayer su retirada completa de la región de Arsal, después de llegar a un acuerdo con las autoridades.
Ninguna fuente oficial ha confirmado todavía la retirada de los extremistas de Arsal, aunque la delegación del Consejo de Ulemas, que media entre el Ejército y los yihadistas, aseguró que ningún combatiente está en esa localidad, donde hoy prevaleció la calma.
