El actor australiano podrá ser famoso por el imponente cuerpo que exhibe en películas como ‘Lobezno inmortal’ pero reconoce que no es su figura natural, algo que no parece importarle, al contar con el respaldo de su mujer Deborra-Lee Furness quien incluso lo prefiere con algún que otro kilo de más.
«Sigo viéndome delgado y de piernas largas. Ese cuerpo que se me ve es solo para ‘Lobezno inmortal’. Entrené para ello, pero ese no es mi físico real. Me cuesta mucho mantenerlo. Deb [mi mujer] me dice que mi trabajo como marido es estar gordo y fondón, por lo que no importa cómo esté, me verá genial», contó a la edición británica de la revista Cosmopolitan.
La pareja lleva casada 17 años y tiene dos hijos en común: Óscar (13) y Ava (8). Una idílica y larga relación que Hugh cree que es así gracias a haber «elegido a la persona correcta», y al inevitable compromiso que obliga a ambos a ser generosos.
«Creo que el 80% del éxito del matrimonio radica en elegir a la persona correcta y con Deb simplemente lo supe. Éramos grandes amigos antes de salir juntos. Pero en todos los matrimonios se han de hacer sacrificios. Ninguna pareja sobrevive si los dos son egoístas. Obviamente tiene que haber mucha atracción y amor. Yo llamo a Deb unas 10 veces al día», añadió el actor.
