Ciudad de México, 22 sep (dpa) – Álvaro Mutis era considerado uno de los escritores latinoamericanos vivos más importantes. Junto con su compatriota Gabriel García Márquez hizo parte del selecto grupo de narradores colombianos que escogió México como su segunda patria.
Mutis, Premio Cervantes en 2001, nació en Bogotá el 25 de agosto de 1923, pero su infancia transcurrió entre Bruselas (Bélgica), donde su padre fue diplomático, y Colombia, donde pasaba sus vacaciones en una finca de su familia en el sureño departamento del Tolima.
Se dice que la mirada particular que caracterizó su visión sobre el mundo, reflejada en su obra, la logró por el contraste de estas vivencias en estas dos diferentes culturas.
«Todo lo que he escrito está destinado a celebrar, a perpetuar ese rincón de la tierra caliente del que emana la substancia misma de mis sueños, mis nostalgias, mis terrores y mis dichas. No hay una sola línea de mi obra que no esté referida, en forma secreta o explícita, al mundo sin límites que es para mí ese rincón de la región de Tolima, en Colombia», dijo en vida en alguna oportunidad el autor, quien fue el primer lector de los borradores de García Márquez.
Fue alumno en su adolescencia del poeta colombiano Eduardo Carranza, de quien dijo en vida fue uno de los maestros que le impregnó la pasión y entrega por la lectura y la escritura.
Mutis nunca se graduó pero fue un destacado autodidacta que destacó en el periodismo y la poesía. Además, trabajó en emisoras como de la Nuevo Mundo, donde reemplazó en 1942 al escritor colombiano Eduardo Zalamea Borda.
Su versatilidad le permitió también ser ser relacionista público de empresas como Esso, Standard Oil, Panamerican y Columbia Pictures.
A raíz de una serie de malos manejos monetarios como trabajador de Esso tuvo que trasladarse a México en 1956. En Ciudad de México comenzó a trabajar en agencias de publicidad, oficio que alternó con la escritura de poesías y ensayos. Su voz potente también le valió para hacer doblajes.
Los antecedentes del mal manejo en Esso lo llevaron a ser arrestado en 1959 en la cárcel de Lecumberri, desde donde su perpectiva narrativa tuvo otro rumbo. Textos como «Diario de Lecumberri» reflejan su experiencia de 15 meses en la emblemática cárcel mexicana, en la que también fueron prisioneros el artista David Alfaro Siqueiros y el asesino de Leon Trotski, Ramón Mercader.
Tras pasar este capítulo oscuro de su vida, Mutis comenzó una carrera imparable de más de 53 años de vínculos con la poesía, la ensayística y la literatura.
El cine también fue uno de los mejores aliados del escritor, laureado con premios como el Xavier Villaurrutia, el Príncipe de Asturias de las Letras y el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. Sus novelas «La mansión de Araucaima» e «Ilona llega con la lluvia» fueron llevadas al séptimo arte por Carlos Mayolo y Sergio Cabrera, respectivamente.
Entre su obra destacan «La nieve del almirante» (1986), «Un bel morir» (1989), «Abdul Bashur», «Soñador de navíos» (1991), «Tríptico de mar y tierra» (1993), «Summa de Maqroll el gaviero» (1973), «Los emisarios (1984)», entre otras.
La importancia de la obra literaria de Álvaro Mutis, a juicio del escritor Hugo Gutiérrez Vega, «es que describe un mundo perdido, la antigua Colombia de los propietarios rurales, como los de la familia Mutis», así como la creación de personajes emblemáticos como Maqroll el Gaviero.
Mutis, García Márquez y Fernando Vallejo hacen parte del grupo de escritores colombianos que se quedaron a vivir en México.
El autor era padre de cuatro hijos concebidos en dos matrimonios. Actualmente estaba casado con Carmen Miracle.
Por Sandra Parra