Moscú (dpa) – Rusia apoyará a Bielorrusia con un crédito de 500 millones de dólares en las próximas semanas, según han acordado los líderes de ambos países.
Durante una reunión, el presidente ruso, Vladímir Putin, y el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, acordaron que la suma se desembolsará a finales de junio, dijo el sábado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, según la agencia de noticias Interfax.
Se trata del segundo tramo de un paquete de créditos que se acordó antes del polémico aterrizaje forzoso de un avión de pasajeros en Minsk el pasado domingo para detener a un bloguero disidente, Roman Protasevich, y a su novia Sofia Sapega.
Durante su reunión en la ciudad turística de Sochi, en el Mar Negro, Putin y Lukashenko hablaron de comercio y cooperación económica, dijo Peskov.
La economía de Bielorrusia es débil y ya ha pedido prestados miles de millones de dólares a Moscú.
Durante la apertura de la reunión del viernes, ambos líderes se quejaron de la presión de los países occidentales sobre Bielorrusia.
Tras el incidente del avión -un vuelo comercial de Ryanair entre las dos capitales de la UE, Atenas y Vilna, que se vio obligado a desviarse y aterrizar en Minsk-, la Unión Europea y Estados Unidos impusieron nuevas sanciones a Bielorrusia, que el Kremlin tachó de reacción emocional.
Peskov subrayó que el destino de Sapega, de nacionalidad rusa, importaba a las autoridades rusas, pero dijo que el joven de 23 años tenía permiso de residencia en Bielorrusia.
Mientras tanto, el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, dijo que quiere seguir presionando a Bielorrusia para conseguir la liberación del bloguero y su novia.
Sassoli sugirió que se expongan fotos de Protassevich en todos los aeropuertos de la UE y en el Parlamento Europeo.
«Mantendremos la atención y la presión y esperamos que esto conduzca a la liberación de Roman Protasevich y su novia Sofia Sapega», dijo en declaraciones al grupo mediático alemán Funke.
Sassoli calificó la reacción inicial de la UE al aterrizaje forzoso de un avión de pasajeros en Minsk como «fuerte y unificada».
By Hannah Wagner and Stefan Heinemeyer, dpa
