La llegada del COVID-19 ha cambiado sustancialmente nuestra forma de vida. Cuestiones tan simples hasta ahora como la relación con nuestras mascotas también han sufrido cambios considerables.
Las mascotas son parte importante de nuestras familias y participan de nuestro día a día con absoluta normalidad. Es por eso que viene preocupando desde hace meses la posibilidad de que nuestros amigos de cuatro patas puedan contraer el COVID-19 y contagiarlo a sus dueños.
Hasta ahora ya se han notificado dos casos de coronavirus en animales de compañía, concretamente en Cataluña y La Rioja, lo que ha aumentado la preocupación entre profesionales de la salud.
Fruto de esa preocupación se ha puesto en marcha el proyecto EPICO (Estudio Epidemiológico de las infecciones por el Nuevo Coronavirus SARS-CoV-2 en población pediátrica), dirigido desde el madrileño Hospital 12 de Octubre. Esta investigación incluye el estudio personalizado de los animales de compañía de personas que han contraído la enfermedad.
EPICO está capitaneado por el prestigioso pediatra Alfredo Tagarro quien afirma que el estudio pretende conocer la evolución del SARS-Cov-2 en menores de edad y estudiar la transmisión del virus entre especies, especialmente entre mascotas y sus dueños humanos.
Estudios avanzados en EE.UU
Por su parte, en Estados Unidos, la Universidad Texas A&M está investigando cientos de mascotas de hogares donde los humanos contrajeron COVID-19. El estudio está dirigido sobre todo a perros y gatos, pero también se incluyen mascotas como hámsteres y conejillos de indias. De momento han encontrado al menos 19 casos de infección en mascotas.
En todo el país, los veterinarios y otros investigadores están rastreando animales de compañía en busca de signos de COVID-19. Al menos 2.000 mascotas han sido examinadas para detectar el coronavirus desde que comenzó la pandemia. Los gatos y perros que han estado expuestos a dueños enfermos representan la mayoría de los animales examinados y el 80% de los casos positivos encontrados.