(dpa) – ¿Es bueno llevar dinero en efectivo en un monedero colgado del cuello? ¿O apostar todo a la tarjeta de crédito? ¿Cambiar el efectivo ya antes de viajar? ¿O buscar un cajero automático en el destino? La forma de financiar los gastos que genera un viaje suscita muchas preguntas.
Aquí unos consejos importantes:
1. La clave es mezclar formas de pago
Como en muchos aspectos de la vida, también para los medios de pago en las vacaciones vale lo mismo: Una combinación equilibrada es lo mejor.
Sylvie Ernoult, de la asociación de bancos alemanes, dice que lo ideal es mezclar algo de efectivo, la tarjeta de débito y la tarjeta de crédito.
Con la tarjeta de débito, se puede sacar dinero en casi todas partes y pagar compras en toda Europa. Fuera de la zona euro, es importante llevar en el equipaje una tarjeta de crédito de validez internacional. ¡Es importante memorizar todas las claves necesarias!
2. Lo mejor no es el efectivo
Llevar demasiado dinero en efectivo a un viaje no es una buena idea. Uno se convierte en un objetivo para ladrones. Si usted es víctima de un robo, pierde todo lo que tenía para los gastos de viaje. «El efectivo no está asegurado y en caso de pérdida no es sustituido», subraya Torsten Schäfer de la Asociación Alemana de Turismo.
Para el que viaje a un país fuera de la zona euro puede ser cómodo cambiar una parte del dinero a la moneda extranjera ya en su país de origen. «Así los viajeros pueden, por ejemplo, pagar sin problema un viaje en taxi hasta el hotel o dar una propina», dice Robert Bartel de la Central de Consumidores de Brandeburgo.
En Alemania son altos los cargos que se aplican al cambio de moneda. Por eso puede ser más conveniente cambiar en el país de destino, incluso en el aeropuerto al llegar.
Quien esté llevando mucho dinero en efectivo debería dividirlo: El dinero necesario para cada día, en el monedero. El resto, en una caja fuerte en el hotel.
3. Sacar efectivo con las tarjetas
Los viajeros pueden cambiar su dinero en bancos y casas de cambio. Siempre es más seguro que hacerlo en la calle. Pero para la mayoría de los viajeros lo más conveniente será sacar dinero de un cajero. «Eso muchas veces ya es posible en el aeropuerto y muchas veces el cambio es más favorable que en una casa de cambio», señala Ernoult.
Detalle importante: Tiene que ser una tarjeta cuyos cargos por extraer dinero en el exterior sean bajos y que cuente con un límite suficiente. Eso no siempre es así. Además muchas veces el operador del cajero cobra tasas adicionales.
Antes de viajar, los viajeros deberían informarse bien sobre todos estos cargos consultando al emisor de la tarjeta. Si este cobra un cargo fijo por cada extracción de dinero, será más conveniente sacar sumas más grandes con poca frecuencia.
4. La conversión inmediata a euros es un timo
Muchos cajeros automáticos fuera de la zona euro ofrecen al usuario convertir el monto extraído a euros en el mismo momento. Eso se llama conversión inmediata o dynamic currency conversion. En ese caso, deberían sonar las alarmas. Y es que se aplica un cambio claramente peor que cuando se hace el cálculo en la moneda local. «Lo mismo vale en cualquier tienda», dice Ernoult.
5. Alerta en el cajero
En los cajeros automáticos en el extranjero vale lo mismo que en los europeos: Nadie debe mirar cuando introducimos la clave. Quien se sienta observado o presionado, mejor interrumpe la operación y busca otro cajero. En el caso de que haya componentes sueltos en el cajero, mejor no lo utilice.
6. Suspender tarjetas de débito y crédito en caso de pérdida
Las tarjetas de débito y crédito son más seguras que el dinero en efectivo. «En caso de pérdida, pueden ser suspendidas de inmediato para que no sean utilizadas», explica Schäfer. Todas tienen un número de atención las 24 horas al que se puede llamar para cancelarlas. Es bueno que lo lleve apuntado.
7. En caso de emergencia, hay otros caminos
Quien siga todos estos consejos pero de todas maneras se quede sin medios financieros por circunstancias imprevisibles, puede recurrir a servicios de envío de dinero como Western Union o Moneygram. A través de ellos, familiares o amigos pueden enviar dinero desde casa que será entregado en la filial del país de destino. Sólo lleva unos pocos minutos. Eso sí, se trata de un servicio que en general es bastante caro.
Por Sabine Meuter (dpa)