(dpa) – El método de «comer la mitad» ayuda a bajar rápidamente algunos kilos de más y puede ser tentador para los dueños de perros. Pero este sistema no es adecuado para las mascotas con exceso de peso, alerta la revista alemana «Ein Herz für Tiere» (Un corazón para los animales) en su edición de septiembre.
Con este sistema se reduce a la mitad el aporte de energía, pero el perro a la vez recibe menos vitaminas, proteínas y minerales importantes.
Para evitar esta deficiencia de nutrientes, es mejor optar por alimentos dietéticos. Éstos se estiran con sustancias de relleno que apenas contienen calorías.
Las bombas calóricas, fuera del plan alimentario
No importa lo mendigante que parezca tu mascota, los cubos de queso o las lonchas de embutidos son un tabú. En su lugar, los dueños deben probar si el perro también acepta manzana, pera o bayas y similares. Lo que también ayuda es la comida seca empapada en agua o comida húmeda, lo que hace que se llene más rápido.
Durante la fase de dieta se debe sumar además cada día una media hora de caminata. Y dado que el movimiento le hace bien a todos los gorditos, se puede combinar en forma de juego el deporte con la recompensa: Arrojar golosinas para perros y hacerlos correr para que lo vayan a recoger.
Los perros que devoran su comida engañan innecesariamente su sensación de saciedad. No se sienten llenos a pesar de que el tazón está vacío. Los alimentos secos tienen efectos similares: sólo generan saciedad cuando se han ablandado en el estómago. Un tazón pequeño con un fondo irregular puede ayudar porque le da más trabajo al perro para encontrar cada pieza y lo obliga así a comer más lento.