(dpa) – A veces corren solos por la playa, otras están acostados a la sombra de una tumbona o se reúnen en manada en algún punto de la ciudad. Se trata de los perros callejeros con los que un turista a menudo se topa cuando hace vacaciones por ejemplo en el sur de Europa o en Asia.
«No importa si quiere adoptar al perro o le tiene miedo. La regla más importante es mantener distancia y no alimentarlo», enfatiza Daniela Schrudde, veterinaria de la Sociedad Mundial para la Protección de los Animales (WSPA).
Como turista uno no sabe cómo vive el perro o si está enfermo. Por lo tanto, ¡no se acerque al animal y no lo toque! Este comportamiento también debe enseñarse a los niños amantes de los perros, señala la experta.
«Si un perro se siente amenazado lo demuestra con diferentes comportamientos y según su nivel de estrés, explica Schrudde. Si se ignoran las señales, en el peor de los casos el perro puede morder.
Si una persona desea ayudar a toda costa se recomienda buscar en Internet organizaciones locales de bienestar animal y ponerse en contacto con ellas, agrega.
«Muchos perros callejeros se manejan solos y son socializados por otros perros. Para los canes puede ser estresante tener enfrente a una persona».
Según Schrudde, los incidentes y accidentes por mordeduras ocurren especialmente cuando hay malentendidos en la comunicación entre humanos y perros. La veterinaria asegura que hay señales de alarma claras.
«Cuando el perro voltea la cabeza, es una manera calma de decir «déjame en paz», describe Schrudde y añade que muchas personas no se dan cuenta que cuando el animal evita el contacto visual es una señal importante.
Al decir por ejemplo «sal de aquí», a menudo el perro se tumba boca arriba y muestra su vientre. La persona puede pensar que el perro solo quiere que lo acaricien, pero se equivoca. Y si el can finalmente comienza a gruñir, lo que en realidad pareciera querer transmitir es: «Intenté varias veces decírtelo de buena manera, pero ahora me cansé: ¡Retírate!», interpreta Schrudde el lenguaje corporal de los perros.
A diferencia de los perros domésticos, los callejeros rara vez aprenden a inhibir su instinto a morder. «Nunca se sabe cuántos turistas ya han molestado al animal y entonces, con cada gota que se suma, el vaso puede llegar a rebalsar», destaca.
Quien a pesar de haber tomado todas las precauciones es mordido por un perro, no debe tomarlo a la ligera.
«El animal podría tener rabia en ciertas partes del mundo. Por lo tanto, cada mordida tiene que ser tratada. En los países en los que hay rabia es necesario vacunarse después de ser mordido por un perro. La transmisión de la rabia es casi cien por ciento mortal si la persona mordida no se trata», advierte Schrudde.
Por otra parte, ¿cómo deben comportarse las personas que tienen miedo de los perros? «De la forma más natural posible», aconseja la experta.
Se deben evitar los lugares donde se juntan los animales callejeros. Tampoco es conveniente permanecer en la terraza exterior de un restaurante ya que nunca se sabe de qué manera han sido condicionados por los turistas.
Schrudde aconseja que en caso de ser perseguido por un perro, lo mejor es tratar de ignorarlo. El lema es: mantenga distancia, pero no corra. Un buen remedio es también llevar consigo un pulverizador con agua para echar en dirección del perro en caso de emergencia.
Según la experta, también tiene un efecto sobre el animal si uno agranda su tamaña y le grita . «No importa qué se dice, lo principal es hacerlo gritando».
Por Claudia Wittke-Gaida (dpa)
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