(dpa) – La llegada de una nueva pareja no siempre es fácil para el dueño de un perro, que percibe a esta persona como un intruso al que tiene que acostumbrarse.
A un perro le puede caer de inmediato simpática la persona o no. Además de los celos y el olor, también la voz, la apariencia, el lenguaje corporal o la actitud pueden ser determinantes, explica la asociación de la industria de mascotas Pet Supplies.
Idealmente, la primera cita entre la nueva pareja y el can debería tener lugar al aire libre, para que ninguno invada el terreno del otro, aconseja la asociación.
En el curso de los días es recomendable realizar algún paseo, jugar o alimentar al perro. Es importante que, al acercarse al animal, la persona se muestre soberana y segura, sin ser enérgica.
Si el perro reacciona con amabilidad hay que recompensarlo de inmediato y prolongadamente.
Los expertos en animales también apuntan que hasta cierto punto los perros son sobornables y aceptan gustosamente una golosina.
Si en cambio la mascota reacciona de manera hostil y agresiva ante el nuevo «miembro de la manada», es recomendable acudir a un entrenador de perros.
Foto: Monique Wüstenhagen/dpa-tmn