Islandia está en la lista de destinos de la mayoría de los viajeros debido a la espectacularidad y pureza de sus paisajes y a las grandes oportunidades de disfrute que ofrece al turista. La lista es interminable, pero en este artículo se van a ofrecer solo las 5 mejores razones para no dejar de ir
Islandia es conocida principalmente por su riqueza natural y paisajista, además de por la asombrosa historia de los míticos vikingos. Para todos aquellos que se preguntan que ver en Islandia, o qué se puede hacer en esta maravillosa isla, en este artículo se va a hacer mención a 5 imprescindibles para todo viajero que se decida por este destino.
¿Qué ver en Islandia?
Viajar a Islandia significa tener la posibilidad de descubrir una naturaleza única, que no existe en ningún otro país, un entorno puro, limpio e impresionante… Cualquier viaje a Islandia se convierte en unas vacaciones inolvidables en las que se pueden visitar los géiseres, los volcanes o los glaciares. Entre las actividades, se pueden avistar ballenas o montar los carismáticos caballos irlandeses, con su trote especial, visitar desiertos de lava o algunas de las cascadas más impresionantes de Europa, disfrutar de baños en aguas termales naturales, y mucho más.
1.Ver las Auroras Boreales
Muchos suelen pensar en Noruega cuando se habla de aurora boreal, pero lo cierto es que en Islandia se pueden ver, entre finales de agosto y abril, sin necesidad de congelarse a 20 grados bajo cero. Este espectáculo de la naturaleza pinta el cielo de azul, verde, morado… todo el que ha vivido esta experiencia cuenta, maravillado, que merece la pena. Para aquellos viajeros que no quieran vivir esta aventura solo, hay viajes organizados, siendo un tour a Islandia la opción más acertada, estos profesionales conocen las ubicaciones perfectas para observar en todo su esplendor estas cortinas luminosas.
2.Lagunas de aguas termales
Islandia es tierra de fuego, de hielo y de agua; al encontrarse en un punto caliente de la Tierra, hay mucha actividad geotérmica, así como glaciares distribuidos por todo el país. Esta mezcla da lugar a una gran cantidad de cascadas, lagos y fuentes termales que se pueden disfrutar durante todo el año.
Bañarse en las cálidas aguas de Islandia mientras todo alrededor es hielo es una imagen muy popular no solo entre los turistas, sino también entre los propios lugareños. Hay tantas y tan variadas que cubrirán todos los gustos y expectativas. Entre las más populares destacan la Laguna Azul o Blue Lagoon, los baños naturales de Mývatn, la Laguna Secreta, los baños marinos de GeoSea y los baños geotérmicos de Fontana.
3.Los géiseres
Chorros de agua caliente que llegan a superar los 100 metros de altura es lo que también espera a los intrépidos aventureros que visiten este Gran Norte que es Islandia, el curioso fenómeno de los géiseres no deja indiferente a nadie. La palabra géiser proviene del verbo islandés gjósa, que significa entrar en erupción. Este fenómeno ocurre porque tienen una estructura muy particular, distinta a otras fuentes termales. La abertura que da a la superficie conecta con acuíferos subterráneos, donde el agua entra en contacto con rocas calentadas por el magma que fluye bajo tierra. Este fenómeno es el que hace que el aumente su temperatura hasta llegar a ebullición y salga disparada por la abertura.
Los dos géiseres más populares en Islandia son el de Strokkur y el Gran Geysir, a solo 120 kilómetros al noreste de Reikiavik, su capital.
4.Las Cascadas
Junto a los numerosos glaciares y volcanes, esta isla atesora algunas de las cataratas más bellas e impresionantes de Europa, uno de los fenómenos naturales que más gusta a los turistas. Algunas realmente espectaculares son la cascada Seljalandsfoss, la cascada Gullfos o la cascada Skogafoss.
La mayoría de estas caídas de agua provienen del deshielo de los glaciares que se produce durante la primavera. Por eso, el verano es la mejor época para verlas caer en toda su magnitud y belleza
5.Las Playas
Puede que a Islandia se la conozca más por su clima frío y terrenos nevados, pero eso no quita que cuente con playas que forman paisajes impresionantes, aunque no sean lo suficientemente cálidas para bañarse. Se trata de playas muy diferentes a las del Caribe, de aguas frías y bravas, arenas negras en la mayoría de los casos, naturaleza salvaje y despoblada, llenas de misterio y leyendas. El entorno perfecto para que cualquier aficionado a la fotografía se lleve un buen reportaje de recuerdo.
Una de las más populares es Nautholsvik, en Reikiavik, no solo por encontrarse junto a la capital del país, sino también por el cauce de agua caliente que fluye en la bahía y que hace que, a pesar del frío, sea posible bañarse.
Ya más alejada, a unos 180 kilómetros de distancia de este centro urbano se encuentra Reynisfjara, que dejará boquiabierto al visitante con su arena negra y sus formaciones rocosas.
A todo aquel que esto le parezca poco o demasiado, nada como tomarse con calma su viaje a Islandia y saborear la excepcional comida islandesa, conocer su cultura y a los islandeses, así como disfrutar de inolvidables fiestas bajo la luz de media noche en Reikiavik o en cualquiera de sus ciudades y pueblos.