El yoga es una antiquísima disciplina física y mental que se originó en la India presuntamente en el siglo XVII A.C. Esta actividad está íntimamente relacionada con prácticas de meditación que provienen del hinduismo, pero también del budismo y el jainismo.
Como principios fundamentales, el yoga promueve un estilo de vida basado en el bienestar del ser humano e implica el seguimiento de pautas éticas, principios de vida y una alimentación adecuada.
A través de la práctica continua de yoga, las personas aprenden a respirar, ya que, algo tan sencillo como esto, es esencial para integrar los movimientos del cuerpo de manera apropiada.
Sin embargo, hacer yoga no sólo trae beneficios a nivel físico, sino que aporta algunas ventajas a nivel psicológico y reduce considerablemente la irritabilidad. En este post te hablaré de 3 beneficios psicológicos que puede producir el yoga:
En primer lugar, reduce el estrés. El estilo de vida de las sociedades occidentales puede ocasionar estrés en la mayoría de las personas y problemas psicológicos como depresión, ansiedad, etc. A través de los años se ha podido comprobar que el yoga reduce los niveles de cortisol en el organismo, y por consiguiente se reduce significativamente el estrés. Esto ocurre porque el cortisol es una hormona que se libera en el cuerpo en respuesta al estrés. En pocas palabras, al disminuirse los niveles de cortisol a través de la práctica de yoga, también disminuyen los niveles de estrés.
En segundo lugar, el yoga mejora el sueño y el humor. La serotonina es un neurotransmisor que regula en nuestro organismo el humor y el apetito. Además, una de sus labores principales es aumentar la producción de melatonina, una hormona que regula los ciclos del sueño.
En este sentido, está comprobado que la práctica del yoga aumenta los niveles de serotonina en el cuerpo y, por lo tanto, mejora la calidad del sueño y el estado de ánimo. Los niveles bajos de serotonina se asocian a conductas depresivas y obsesivas, es por eso que, al aumentarse la producción de esta hormona a través del yoga, el ánimo de las personas mejora considerablemente.
En tercer lugar, el yoga mejora la concentración. Los practicantes de yoga mejoran la concentración, coordinación, tiempo de reacción, memoria, el aprendizaje y muestran una mayor habilidad para resolver problemas según un estudio de Neha Gothe, profesora de la Universidad Estatal Wayne en Detroit.
Según su investigación, publicada en The Journal of Physical Activity and Health, 20 minutos de yoga al día son más beneficiosos a nivel cognitivo que una sesión de actividad física intensa.
En resumen, hacer yoga y convertirlo en un hábito puede ser increíblemente beneficioso no sólo para nuestra salud física sino para nuestra estabilidad mental y emocional.
Soraya Andreina Pérez