(dpa) – Cuando se habla con Kathy Kordalis sobre la coliflor, la escritora lanza con una comparación audaz: «Al igual que el legendario ave fénix que surge de las cenizas, la coliflor se está sacudiendo su reputación de discreto plato de acompañamiento como verdura hervida».
Kordalis añade otro superlativo: «La coliflor tiene superpoderes». Esta australiana afincada en Londres agrega: «En realidad, me encantan todo tipo de verduras. Pero me gusta particularmente la familia de las brassicaceae, las plantas de tallo ramificado de las que provienen las variedades de coliflor vegetal. La coliflor es la más versátil», insiste la autora, que ha escrito un libro de cocina centrado en esta verdura.
La coliflor es adecuada como plato principal
Durante años, Kordalis ha valorado la coliflor como una alternativa baja en carbohidratos, que ella ha cocinado al horno, guisado, triturado o convertido en puré para llevarla al plato.
«Entretanto, he descubierto que la coliflor no es sólo un plato de acompañamiento, sino que realmente puede ser la protagonista en una mesa. Es lo suficientemente sabrosa como para ser una comida principal. Y dependiendo del método que se elija para prepararla, se convierte en algo delicioso», comenta Kordalis con entusiasmo.
En todo el mundo, la coliflor está disponible durante todo el año. La paleta de colores va del blanco al amarillo y al violeta. En los supermercados con mayor surtido, los híbridos más pequeños de brócoli y coliflor pueden encontrarse bajo el nombre de «bimi».
La coliflor convence por lo variada que puede ser su preparación. Tanto si es encurtida o cruda, gusta por su sabor fresco. A la parrilla adquiere una piel marrón dorada y el bocado sigue siendo crujiente. Si se cocina hasta que esté tierna es una verdadera delicia para el paladar, que no merece desaparecer bajo ninguna potente salsa de queso. Es un vegetal que literalmente absorbe aromas y especias y combina con muchos sabores.
La coliflor armoniza con especias exóticas
A la experta en especias Bettina Matthaei le gusta inspirarse en las cocinas del mundo para sus recetas de coliflor. Esta mujer, a la que le gusta elaborar recetas nuevas, aprecia las verduras ricas en fibra en todo tipo de preparación: ya sea al horno, al vapor o en el wok. La coliflor es compatible con muchas especias exóticas, señala. El curry, el jengibre, el ajo, el chile, la lima, el cilantro verde y el aceite o la leche de coco, por ejemplo, añaden toques asiáticos a las comidas.
La cocina india también proporciona una variedad de aromas, por ejemplo, con la mezcla de especias bengalíes «panch phoron». Esta consiste en cinco semillas diferentes sin moler: mostaza negra, comino negro, semillas de hinojo, comino y semillas de alholva (fenogreco).
«Calentar el ‘ghee’(mantequilla clarificada) o el aceite de coco y añadir una o dos cucharaditas de ‘panch phoron’. Cuando empieza a oler y a crepitar, está listo y se puede verter sobre la coliflor, que antes ha sido cocida brevemente al vapor», explica Bettina Matthaei.
La col es muy rica en nutrientes
Antje Gahl, de la Sociedad Alemana de Nutrición (DGE), también le pone a la coliflor buenas notas desde el punto de vista de la ciencia de la nutrición. «Una ración de coliflor contiene una mezcla nutritiva, ya que es una fuente de fibra, proteína, vitaminas C y K, así como vitaminas B, incluyendo folato, biotina y vitamina B6, además de los minerales potasio y magnesio.
La coliflor es algo así como un alumno modelo ya que es versátil y cambiante en su preparación, pero al mismo tiempo no resulta muy complicado almacenarla. Puede sobrevivir una buena semana en el frigorífico o en un lugar freso.
En el libro de cocina familiar publicado por la Sociedad Alemana de Nutrición, por ejemplo, se puede encontrar una receta en la que se mezcla 250 gramos de mijo, 150 gramos de guisantes (frescos o congelados), cuatro zanahorias y una cabeza de coliflor (limpiada y cortada en pequeños ramilletes).
Se fríe todo brevemente en aceite de girasol y luego se hierven a fuego lento en caldo de verduras durante diez minutos. Se tapa y con la cazuela cerrada se deja cocer otros 15 minutos más. Antes de servir, se agrega perejil y parmesano y listo para comer.
Ensalada de coliflor con arroz salvaje y pasas
Una de las recetas favoritas de Kathy Kordalis es una ensalada que combina la coliflor con arroz salvaje y pasas, «una mezcla de sabores dulces, especiados y de aromas picantes, pero con una agradable consistencia crujiente».
Mientras hierve el arroz salvaje a fuego lento con caldo de verduras, se coloca en una bandeja de horno una cebolla roja, un pequeño diente de ajo y los ramilletes de coliflor. Se hornea a 200 grados durante 15 minutos hasta que las verduras estén tiernas y doradas. Entre tanto, se colocan las avellanas y las pasas en una sartén con vinagre de sherry, el zumo de medio limón, así como algo de mantequilla. Esta mezcla se añade despúés a las verduras.
Como plato ligero se recomienda un carpaccio de coliflor. Además de los ramilletes de coliflor, esta receta también incluye remolacha, rábanos, colinabo y una pera. Para el aderezo, se mezcla una chalota, aceite de oliva, un chile rojo (sin semillas), un diente de ajo, perejil, jugo de limón y lima, salsa de soja y jarabe de arce.
La coliflor y las otras verduras se cortan en finas rodajas en un plato y se dejan marinar al menos 20 minutos antes de que se sirvan en la mesa con una generosa ración del aderezo.
Tal vez la comparación inicial que lanzaba Kathy Kordalis no es tan descabellada como uno podría pensar. Vale la pena redescubrir la coliflor.
Receta para el postre de coliflor con limón
La coliflor es la base de este saludable y delicioso postre ligero, deliciosamente dulce y refrescante gracias al jugo y la cáscara de los limones. La receta viene del libro de cocina sobre coliflores escrito por Kathy Kordalis.
Ingredientes para dos raciones: 350 gr de coliflor, picada en trozos grandes, 250 ml de leche de almendras sin azúcar, una cucharada de azúcar rapadura o panela, una cucharada de jarabe de arce, dos cucharaditas de extracto puro de vainilla, el zumo y la cáscara rallada de dos limones.
Para servir: un melocotón deshuesado y cortado en rodajas finas, un puñado de moras, un puñado de arándanos, jarabe de arce para rociar por encima y flores comestibles (opcional).
Preparación:
1. Poner la coliflor, la leche de almendras, el azúcar, el jarabe de arce, el extracto de vainilla y la cáscara de limón en una olla mediana. Poner a hervir a fuego medio, más bien alto, sin tapa. Reducir el fuego y cocinar sin tapa durante unos 30 minutos hasta que la coliflor esté muy blanda. Retirar del fuego.
2. Añadir el zumo de limón y colocar todo en el bol del procesador de alimentos. Triturar durante un minuto hasta que la mezcla esté muy cremosa. Tras vertirla en un bol diferente, hay que dejarla enfriar a temperatura ambiente. Se tapa y se deja enfriar durante la noche.
3. Para servir, extender la mezcla en dos tazones, adornar con la fruta, un poco de jarabe de arce y flores comestibles, según se desee.
Por Katja Wallrafen (dpa)