Si estás pensando en cambiar de sofá te damos algunas claves al respecto que te serán de utilidad tanto por qué debe tener un buen modelo de estas características como por tener en cuenta ciertos aspectos para hacer una buena elección.
Hazte un presupuesto
Puedes encontrar sofás de precios muy dispares, por lo que para acotar un poco la búsqueda lo mejor será que te hagas un presupuesto. ¿Cuántos vas a comprar? ¿Uno? ¿Dos? Y qué presupuesto tienes como máximo para gastar. Así, automáticamente descartarás todas las opciones que estén por encima de ese precio.
Estilo del espacio
Otro de los elementos a tener muy presente es el estilo del espacio en el que vas a colocar el sofá. No es lo mismo que sea un espacio clásico o retro, perfecto para poner opciones como una bonita chaise longue, que espacios de aires escandinavos. A partir de tener claro qué estilo de sofá quieres y el presupuesto tendrás ya media elección hecha.
Mide bien
Es fundamental que midas bien el espacio que tienes para escoger un modelo de sofá que resulte cómodo en todos los sentidos. Y es que si no dejas el correspondiente hueco entre paredes o mobiliario para pasar, acabará resultando una opción desarcetada que tendrás que cambiar con el paso del tiempo, más antes que después.
El tejido
Puedes encontrar sofás realizados en un sinfín de tejidos pero quizá tengas alguna fobia o filia al respecto. Lino, algodón, piel… Son muchas las posibilidades que puedes tener a tu alcance y ver opciones en función de tus necesidades será lo más acertado. Esto también es importante en cuanto a las tonalidades. Si tienes niños pequeños quizá sea mejor huir de los tonos más claro o, en su defecto, apostar por poner fundas que sean lavables cómodamente y desde casa.
La estructura del sofá
La estructura que presenta el sofá es otro de los puntos a tener en cuenta. La gran parte de los sofás cuentan con una estructura realizada a base a madera de pino tratada. Resulta fundamental que dicha manera esté en perfectas condiciones y bien tratada, ya que en el caso de encontrarse con grietas, podría acabar rompiéndose o generando problemas en un futuro.
Fíjate en las correderas sentadas
Presta atención al material en el que están hechos las correderas sentadas, es decir, a la zona de la parte estructural que se encuentra en las zonas que presentan un acolchado, es decir, en las que se apoya y reposa el cuerpo. La gran mayoría de los sofás que puedes encontrar en el mercado emplean cinchas, pero estas no siempre son de la misma calidad o se encuentran en la estructura en la misma cantidad.
Otra de las claves es el amortiguamiento puesto que es la clave para que un sofá resulte cómodo. Para ello lo más aconsejable es comprar sofás con un acolchado de espuma que tengan una densidad de 30 kilos por metro cúbico. No obstante, esto depende un poco de las preferencias de cada usuario y puedes encontrarlo con otras densidades, lo mejor es probarlo. En cualquier caso se debe tener presente que, como ya pasa con los colchones, tanto la densidad como la firmeza son aspectos clave para que un sofá nos guste o no y dependen un poco de las preferencias de cada uno.
Correcta protección
Para que un sofá ofrezca la protección necesaria debe tener los bordes redondeados. De este modo se lograrán evitar golpes o accidentes y, además, estarás añadiendo una protección extra en la zona del propio armazón. Un buen sofá, por lo general, dicha protección la tendrá fabricada a base de espuma y siempre alrededor del armazón. Para que sea lo más efectiva posible tendrá que tener un grosor mayor y la cantidad de material más alta posible. En los sofás de las tiendas de sofás de calidad como Sofassimo, cuentan con alrededor de 1,5 cm de grosor.
En definitiva, se trata de tener aspectos clave en cuenta a la hora de adquirir un sofá e ir más allá de los puntos más superficiales: la protección, la estructura, los tejidos, las medidas o el diseño son solo algunas de las claves. No te olvides que antes de comprar un sofá es bueno comparar entre diferentes modelos y tener claro que el que quieres adquirir no sólo te resulta cómodo sino que te gusta. Sólo si verdaderamente te sientes bien con él sentirás que es una buena compra y vas a pasar tus momentos de descanso sobre él.