Desde tiempos inmemoriales el hombre ha querido interesarse por el futuro. Conocer qué estaba por llegar ha sido la inquietud de muchos y, de hecho, ya existen vestigios de adivinos, chamanes y métodos que, mediante su interpretación, podían avanzar lo que iba a pasar años después.
Uno de los métodos de adivinación más ancestrales es a través de las Runas, pero no es el único que viene de siglos atrás.
¿Qué son las runas?
Las runas son cada una de las letras del alfabeto rúnico, que cuenta con hasta 24 grafías o esculturas llamadas primitivas diferentes y a la que hay que añadir la blanca de la deidad.
A través de sus símbolos, los vikingos buscaban conocer no solo una forma de comunicarse con los dioses sino algo más del futuro para contar con ventaja frente a los enemigos en la batalla o simplemente en temas mucho más mundanos como la salud o el amor.
Fue, como se dice, en un principio, forma de comunicación común de los pueblos germánicos y vikingos, aunque cada área acabó teniendo una pequeña versión del mismo. Es por ello que se ha ido encontrando en la historia una variedad de piedras que acabaron con estas letras esculpidas por toda Escandinavia y la actual Suecia, en busca de esa comunicación entre el hombre y el dios nórdico.
Históricamente, apenas queda constancia de que, como ahora, sirvieran como método de adivinación al uso, sin embargo, mucho tiene que ver con el mundo mágico, representado mediante el azulejo blanco que representa al dios Odín, quien se dice que recibió las runas tras su propio sacrificio.
Pese a que las runas y sus significados fueron lo suficientemente populares como para no solo escribir con su grafía sino también para invocar la magia, lo cierto es que no ha quedado constancia escrita de su interpretación antigua.
La lectura de las runas, un método asentado
Esas propiedades mágicas que han sido transmitidas a través de la tradición oral y los cuentos desde aquellos primitivos vikingos han derivado posteriormente en la lectura de runas.
Como si de las cartas de Tarot se hablase, las runas tienen varias opciones de tirada que se diferencian por la forma en la que se dispondrían sobre un tablero tras ser sacadas de su bolsa.
Su posición sobre él, derechas o invertidas, delante o detrás, determinaría la interpretación final por parte de expertos que conocen a fondo su significado.
Fehu con la abundancia, Uruz con la fuerza, Raidho como proyecto de viaje o Cenez como energía transformadora son solo algunos de los significados que, interpretados en conjunto, acabarían ofreciendo un mensaje que permite descubrir parte de lo intangible que aún no ocurrió o responder a cualquiera de las preguntas planteadas.
Basándose en la runa blanca, la del dios Odín, el resto de runas se irá interpretando dependiendo de la posición y el orden. Porque la fortuna es caprichosa y, para comprenderla, hay que saber interpretarla. Sobre todo, la tirada de runas debe ser en un sitio inspirador, relajado y que permita a quien las interpreta sentirse a gusto y conectado con el poder que los propios dioses nórdicos inspiraron en su grafía.