SANT’AGATA (ITALIA) (dpa) – Lamborghini no puede quejarse de que la demanda de los coches caros haya bajado y por ello aumentará la producción del roadster Veneno. En el Salón del Automóvil de Ginebra del año próximo se iba a presentar el modelo más caro del mundo con un precio base de 3,93 millones de euros, del que iba a haber tres ejemplares. Ahora serán nueve.
Creado para conmemorar el 50 aniversario de la firma italiana, el Veneno se basa en el actual Aventador, pero es más potente y cuenta con un diseño más radical. «Un prototipo de carreras con permiso para circular por las calles», lo define la firma.
Cuenta con un motor V12 de 6,5 litros y 750 caballos que acelera de cero a 100 km/h en 2,9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 355 km/h.