(dpa) – La Ruta Ciclista del Vino que atraviesa la comarca vinícola de Baden, en el suroeste de Alemania, hace honor a su nombre. La ruta del vino más larga de Alemania ofrece un itinerario de placer que permite conocer viñedos familiares de gran prestigio y apreciar la gastronomía local.
Entre las propuestas de alojamiento se encuentran la posibilidad de pernoctar en un barril de vino gigante o en una cabaña en los árboles con vistas a los viñedos.
La ruta, de 460 kilómetros de largo, comienza en el municipio de Grenzach-Wyhlen, en la frontera con Suiza, y atraviesa las regiones vinícolas de Markgräflerland, Kaiserstuhl, Tuniberg, Breisgau, Ortenau y Kraichgau.
El carril bici termina en el municipio de Laudenbach, en la frontera con el estado federado de Hesse y cerca de la romántica ciudad de Heidelberg, que sin duda merece una visita. El recorrido está señalizado con 3.000 carteles indicadores.
Beber y pedalear: es el lema válido y permitido a modo de excepción, aunque por supuesto ambas acciones deben tener lugar alternativamente y con un intervalo de tiempo adecuado entre ellos.
La pequeña ciudad de Staufen, en el distrito de Breisgau-Hochschwarzwald, es la parada perfecta para la pausa del almuerzo.
El restaurante «Weinbrunnen», operado por la bodega Peter Landmann y situado en pleno centro histórico de la ciudad, rebosa actividad durante toda la temporada. En la centenaria bodega abovedada, los ciclistas tienen oportunidad de degustar los exquisitos vinos espumosos del viticultor.
Alexandra Abendschein, jefa de Ventas de la bodega, explica a los visitantes que las uvas crecen en una variedad de rocas minerales, piedra caliza y suelos erosionados.
Las más de 20 hectáreas de tierra de la empresa familiar se cultivan de acuerdo con la estricta normativa de Bioland, una de las mayores asociaciones alemanas de producción orgánica.
Tras la degustación de vinos, se recomienda visitar las ruinas del castillo de Staufen, cuya torre ofrece una magnífica vista de la llanura del Rin y del macizo de los Vosgos.
A primeras horas de la tarde, el paseo continúa con destino a Müllheim. El camino es corto, pero bastante montañoso. Aquí merece la pena hacer una parada en la posada vinícola de la bodega Löffler, una de las numerosas tabernas de la región que están abiertas solo en la temporada o incluso por días.
Junto con una sabrosa comida y una copa de pinot gris, el visitante puede disfrutar de una charla con Andreas Löffler, miembro de la tercera generación a cargo de la bodega. El tonelero aprendió su oficio desde cero en varias bodegas e incluso trabajó durante un tiempo en Sudáfrica.
En Müllheim, los ciclistas pueden pasar de la bicicleta a la patineta eléctrica. Monika Traub y Thomas Zimber ofrecen excursiones en scooter por la región de Markgräfler. «Es una forma de ejercicio, adecuado para todas las edades, que promueve la tensión y el equilibrio corporal», explica Zimber.
El grupo parte a un ritmo pausado en dirección a Dettingen. La ruta a través de los viñedos ofrecerá oportunidad para conversar con uno u otro vinicultor. El paseo termina después de poco menos de dos horas en el jardín de la casa de Traub y Zimber: con pastel casero.
Durante una visita guiada por la ciudad de Müllheim, la guía Monika Zielinski cuenta el origen de la Chasselas, en alemán «gutedel», una variedad de uva blanca cultivada, entre otros, en Suiza, Francia y Alemania.
La variedad, que se cree nativa de Suiza, fue introducida en la región por el margrave de Baden, quien la trajo de Vevey, una conocida comunidad vinícola junto al Lago de Ginebra, entre Francia y Suiza.
Al preguntar a sus súbditos qué opinaban sobre el sabor de la fruta, algunos contestaron: «Gut» (bueno), otros: «Edel» (noble). «De la combinación de ambas respuestas nació el nombre con el que la nueva variedad de uva comenzó su marcha triunfal en Alemania», explica Zielinski.
El segundo día del itinerario estará dedicado a los viñedos de Arne Bercher. La historia de su familia vinicultora se remonta al siglo XV. Originarios de Suiza, los Bercher encontraron su hogar hace más de 300 años en el pintoresco pueblito de Burkheim, en la cordillera de Kaiserstuhl.
«El Kaiserstuhl es una pequeña cordillera volcánica en el valle del Rin», explica Bercher. Con orgullo, el viticultor presenta a sus huéspedes algunas de sus mejores parcelas de cultivo, como la del «Feuerberg» (montaña de fuego) de Burkheim.
«La oscura roca erosionada asegura un óptimo almacenamiento de calor, lo que es ideal especialmente para nuestras variedades de pinot blanc y pinot noir», explica Bercher.
¿Y qué hacer al final del día para recuperar las piernas cansadas? El área wellness del hotel «Kreuz Post», en Vogtsburg-Burkheim, ofrece masajes con aceite de semillas de uva para calmar el dolor de las articulaciones: un merecido descanso que permitirá a los aventureros seguir pedaleando al día siguiente.
Información: Schwarzwald Tourismus GmbH, Heinrich-von-Stephan-Straße 8b, 79100 Friburgo (Tel.: 0761/89 646-0, E-Mail: mail@schwarzwald-tourismus.info, www.badischer-weinradweg.info)
Por Brigitte Geiselhart (dpa)