(dpa) – El cambio climático que conlleva veranos más calurosos y secos está atrayendo plantas al jardín que tal vez antes era difícil que crecieran o que sufrían la humedad. Entre estas se cuentan las hierbas de pluma y especialmente la Stipa tenuissima, que se convirtió en tendencia.
Esta planta que crece hasta unos 40 centímetros puede sembrarse fácilmente. Entre los jardineros también es conocida como hierba de pluma mexicana.
«La planta se ve bien e incluso después de la floración las flores rubio trigo permanecen en el arriate», destaca el jardinero Till Hofmann y se entusiasma con cómo esta herbácea se balancea etérea con el viento.
«Esta hierba, que es verde claro en primavera y principios de verano, crece bien en suelos secos y cálidos e incluso puede ser empleada en maceteros y balcones», describe Hofmann sus posibilidades de uso.
Hofmann sugiere que si los penachos lucen enmarañados en el verano después de la floración, fácilmente se los puede peinar con un rastrillo.
«Junto con la Gaura lindheimeri, la Stipa tenuissima desarrolla un efecto centelleante», describe la autora Ute Bauer esta armónica combinación. Y recomienda además situar entre estas un par de claveles lanudos (Silene coronaria) como un punto de color fuerte.
Combinación de hierba de plumas con plantas de colores brillantes
A principios de verano, la hierba con sus finos tallos verdes va bien con el lirio barbudo (Iris barbata). «Tengo una hierba de plumas delante de una amapola oriental roja (Papaver orientale)», señala como una posible combinación de plantas la autora del libro.
Y opina que se ve bien porque luego la hierba tapa las hojas de amapola cuando estas mueren. «De esta manera el hueco no llama tanto la atención», apunta Bauer.
Hofmann recomienda para todas las hierbas de pluma un lugar seco y cálido con un buen drenaje del agua. Entre los lugares que apunta como óptimos están los jardines de rocas. Estas hierbas son ávidas de luz y sobre todo en la primavera no deben estar bajo la sombra de plantas vecinas de fuerte crecimiento.
Bella hasta después de la maduración de la semilla
Después de la maduración de la semilla se pierde la belleza, hasta que la herbácea vuelva a a brotar al año siguiente. Bauer recomienda por lo tanto acompañarla por ejemplo con la Perovskia abrotanoides, que decora los parterres con sus panículas azul lavanda hasta el otoño.
También está camino a convertirse en tendencia la hierba de plumas peruana (Stipa ichu). «Es convincente, porque las barbas se quedan pegadas a los tallos incluso en los meses de invierno», dice Hofmann. Así, las inflorescencias plateadas danzan entre las inflorescencias secas de la equinácea y la agastache.
Las hierbas de plumas son resistentes al invierno. La condición para ello es que sean plantadas en el momento correcto. «Todas las hierbas de pluma son sensibles a la humedad, por lo que es mejor plantarlas en primavera», recomienda Bauer. Las hierbas pueden crecer y establecerse, lo que las fortalece para enfrentar el invierno.
Por Dorothée Waechter (dpa)