Madrid, un lugar en el que da igual la hora que sea, siempre hay planes. Donde no es necesario agobiarse por encontrar alojamiento porque los miles de hoteles, hostales, apartamentos y pensiones abren sus puertas cada año a miles de viajeros dispuestos a descubrir todo lo que aparece en las innumerables guías de viajes o en lo que se improvisa en sus calles.
Quienes estén ahora mismo planeando un viaje a Madrid, no deben entrar en pánico. Más allá de acudir a la información oficial de la capital, existen páginas como https://www.viajarmadrid.com/donde-dormir que muestran las principales opciones para pernoctar en la ciudad, seleccionando además el mejor barrio en el que el presupuesto se ajuste a lo planeado.
Esa es una de las ventajas de una ciudad como esta, que da igual quién llega. Es bienvenido sea cual sea su tipo de viaje.
Durante años se ha hablado de que es la ciudad que no duerme gracias a las miles de opciones de planes de ocio que escondían sus locales, teatros, bares y garitos, tiendas o incluso plazas.
¿Qué barrio es mejor para alojarse y dormir en Madrid?
Pues es algo muy personal. Depende tanto del presupuesto como del tipo de viaje planeado o de los gustos de cada cual. Lo que está claro es que hay para todos.
La zona centro es para los amantes del bullicio, para aquellos que buscan estar en el corazón de la tradición. Es donde se pasean los turistas y gatos sin prestar atención de otra cosa que no sea disfrutar de los edificios clásicos, algunos de los locales más típicos de la ciudad y algunos de los monumentos más visitados.
Los más bohemios pueden preferir alejarse un poco y dejarse caer para descansar en Malasaña, uno de los barrios que ha ido ganando fama con el paso de los años por la vida de sus plazas, como si de un zoco se tratara. Es lugar de restaurantes de moda y alternativos, donde disfrutar del aire.
Algo parecido a lo que sucede en Huertas o Chueca, culturales y sociales donde los haya, donde el vermú es casi una obligación cada almuerzo, donde la vida se mide en carcajadas y en alegría en cada esquina.
Son los que buscan tranquilidad los que se alejan de este bullicio para concentrarse en los negocios, por ejemplo, y dirigirse a dormir en Madrid en zonas más tranquilas como Chamberí o Barrio de Salamanca, donde el lujo condiciona las miradas.
¿Qué es necesario para disfrutar de Madrid?
Ganas. Eso es lo único que pide la ciudad. Muchas ganas y todos los sentidos para poder ofrecer a quien llega la posibilidad de crear recuerdos únicos.
Museos, exposiciones, negocios, música, cafés, musicales, conciertos, pero también gastronomía, parques, calles y tradición atraen cada año a millones de turistas nacionales o internacionales en busca de su rincón favorito de Madrid.
Solo hay que pensar una cosa, el buscar dónde alojarse en Madrid hace que la aventura ya haya comenzado. Despertar en la capital esconde, cada minuto, algo nuevo que descubrir, de lo que empaparse y que, años después, seguirá recordándose.