(dpa) – Los champiñones, los rebozuelos y demás suelen tener una corta vida, con lo cual es importante comprarlos frescos. Además, como no tienen fecha de vencimiento, mejor saber cómo evaluarlos a simple vista.
El primer indicador es el aspecto general: deberían verse tersos y jugosos. Si están frescos, la parte baja de los tallos no debiera estar seca, es decir, la carne tendría que parecer consistente y ser de color claro. La superficie de los hongos no debería tener ningún tipo de moho ni suciedad originada por hojas, tierra ni agujas de pino.
Si la idea es conservar los hongos en el cajón de las verduras de la nevera, lo mejor es guardarlos en un envoltorio que permita el paso del aire, como ser una bolsita de papel, porque dentro de los envases plásticos los hongos comienzan a transpirar y hacen que la proteína de los hongos, que es bastante sensible, se pudra rápidamente.
La alternativa para conservarlos durante más tiempo es limpiarlos bien y congelarlos.