(dpa) – A casi todo el mundo le gusta el chocolate. Pero en ocasiones aparece en su superficie una fina capa grisácea que hace que su aspecto sea menos apetitoso. ¿El motivo? Posiblemente no se guardó a la temperatura adecuada.
Susanne Büscher, nutricionista de Hamburgo, explica que la temperatura ideal para almacenar el chocolate oscila entre los 12 y los 18 grados.
Si se guarda a temperaturas más frías puede aparecer sobre él una fina capa blanquecina, que en realidad es azúcar.
Por otro lado, si las chocolatinas o los bombones se almacenan a temperaturas demasiado altas entonces surge una capa grisácea, que en este caso corresponde a la manteca de cacao.
Según Büscher, en ambos casos el chocolate sigue estando en buen estado, lo único que desmejora es su aspecto.
La nutricionista aconseja disfrutar de forma consciente y controlada del chocolate, como de cualquier otro dulce.
Por último, la experta dice entender perfectamente la atracción que genera el chocolate: «Es la mezcla perfecta de dulzura y grasa».