(dpa) – Todos los años lo mismo: las temperaturas suben, el vestuario se aligera y los automovilistas más osados se arriesgan a salir con sus convertibles. Al comienzo de la primavera, y para aprovechar al máximo la temporada, aumenta súbitamente la presencia de cabriolés y deportivos biplaza en las carreteras.
Sin embargo, en la mayoría de los casos se trata principalmente de aquellos amantes del aire libre que ya cuentan con una vasta experiencia. Otros aficionados, en cambio, necesitan primero el coche adecuado, y cada vez les resulta más difícil encontrarlo.
Ante la caída de las matriculaciones, muchos fabricantes han optado por reducir sus gamas: los favoritos de siempre con techo abierto, como el VW Golf o los cabriolés de la Clase S de Mercedes-Benz, se han retirado del mercado sin haber sido reemplazados. La nueva temporada tampoco ofrece muchos nuevos modelos con techo retráctil.
A la hora de buscar el convertible adecuado, habrá que decidirse por una de dos categorías: ya sea la que abarca los convertibles de cuatro plazas, o bien la que se limita a los deportivos biplaza, los así llamados «roadsters».
Además, se puede elegir entre una capota de lona clásica o un techo duro retráctil, que a primera vista parece más adecuado para el uso diario.
Florian Moser, portavoz del fabricante alemán BMW, asegura que los techos de lona actuales son igual de duraderos y ofrecen la misma protección contra el aire y el ruido. También menciona otras dos ventajas: son más ligeros y se pueden plegar mejor, dejando más espacio para el equipaje.
Junto con el diseño, son estas las virtudes por las que cada vez más fabricantes están abandonando las capotas de plástico y volviendo a los textiles.
En cambio, hay pocas alternativas en cuanto al sistema de propulsión: el motor de gasolina es el estándar, el diésel es la excepción y los vehículos eléctricos siguen siendo una rareza.
Actualmente, solo el Smart descapotable y el Fiat 500 Cabrio están disponibles con baterías eléctricas. Algo que pronto podría cambiar: en un comunicado realizado en el portal de redes profesionales Linkedin, el director general de Volkswagen, Herbert Diess, dejó entrever que el grupo lanzará una versión descapotable del ID3 eléctrico.
Tesla ha anunciado para 2022 el lanzamiento del sucesor del Tesla Roadster, aquel primer modelo que iniciara en 2008 la historia de éxito de la marca eléctrica. Sin embargo, el superdeportivo, que según las especificaciones de fábrica puede alcanzar velocidades superiores a los 400 km/h, se opone a la tendencia en lo que respecta a la carrocería: en lugar del anterior techo de lona, será suministrado solo con techo duro desmontable.
Con un número de matriculaciones en constante descenso y los presupuestos de desarrollo de los fabricantes reducidos por el costoso cambio hacia la movilidad eléctrica, la oferta de nuevos modelos para la temporada al aire libre es inusualmente modesta.
El único debut con cierto atractivo es el BMW Serie 4 descapotable. Según el fabricante, inicialmente estará disponible con motores de gasolina y diésel de 135 kW/184 CV a 275 kW/374 CV y, por primera vez en dos generaciones, con techo de lona.
A mediados de año se renueva otra leyenda: Mercedes lanzará la próxima generación del SL. Según la compañía, el «roadster» pasará a ser un cabriolé 2+2 plazas como el R 129 de hace 30 años. La versión se despide del techo duro y vuelve con un techo de lona tradicional.
Por lo demás, este año solo hay novedades exóticas y extremas. Por ejemplo, el McLaren Elva, que se comercializará por unos dos millones de dólares y que puede alcanzar velocidades superiores a los 300 km/h. El «roadster» más radical de la temporada no solo prescinde del techo, sino también de las ventanillas.
Con el Plus Four, la empresa británica Morgan Motor también se dirige a un grupo muy específico. Este «roadster» con diseño de coche clásico debuta en su primera temporada completa.
Los que quieran conducir el nuevo Aston Martin Vantage Roadster también tendrán que desembolsar mucho dinero. Según el fabricante, los precios del deportivo V8 descapotable con 357 kW/510 CV comienzan en torno a los 187.000 dólares.
El Ferrari SF90 Spider es aún más caro. Los italianos lo anuncian como el primer híbrido enchufable entre los deportivos descapotables. Una vez plegado el techo duro retráctil, en 14 segundos, los conductores podrán disfrutar de un vehículo con una potencia máxima de 735 kW/1.000 CV.
El modelo recorre 25 kilómetros en modo puramente eléctrico y alcanza una velocidad máxima de 340 km/h. El precio del SF90 se estima en un mínimo de 528.000 dólares.
Según Hans-Georg Marmit, portavoz del organismo de certificación alemán KÜS, aquellos que buscan un descapotable de segunda mano en lugar de un coche nuevo tendrán que comprobar más detalles que en el caso de un usado normal.
«Por supuesto, el techo y todas las juntas deben ser examinados minuciosamente». El correcto funcionamiento del mecanismo de la capota deberá ser verificado repetidamente y, en el caso de los techos de lona, habrá que comprobar que el material no presente rozaduras o desgarros.
Marmit advierte que, por muy tentador que sea el viaje de prueba a cielo abierto, lo mejor es realizarlo con la capota cerrada: «Los ruidos inusuales del viento o de la capota delatan un defecto. Y en un túnel de lavado, el conductor puede constatar rápidamente si el techo cierra bien».
Hay algo más que es importante: mientras que los conductores de descapotables disfrutan de una vista casi sin obstáculos cuando circulan con el techo abierto, en los convertibles y «roadsters» cerrados la visibilidad suele ser peor que en los coches convencionales. «El futuro comprador deberá salir con el vehículo para comprobar si la conducción es de su agrado», aconseja Marmit.
Independientemente de si se trata de un coche nuevo o usado, tras la prueba de conducción, la compra y la matriculación, ya no habrá nada que se interponga en el camino para disfrutar la conducción a cielo abierto.
Sin embargo, tras largos meses de confinamiento, Marmit tiene un consejo urgente para los primeros viajes en un descapotable: «No olvidar la bufanda y la crema solar, de lo contrario, la temporada a cielo abierto se acabará más rápido de lo que empezó».
Por Thomas Geiger (dpa)