La presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha acompañado al Rey Felipe VI en su primera visita al Museo de Málaga en el Palacio de la Aduana, que abrió sus puertas el pasado 12 de diciembre y acumula ya 70.000 visitas en los dos primeros meses transcurridos desde su apertura.
La pinacoteca, que está gestionada por la Consejería de Cultura y forma parte de la red de Museos de Andalucía, reúne las colecciones arqueológicas y de Bellas Artes bajo un innovador discurso museográfico.
El Rey ha conocido, junto a Susana Díaz y el ministro de Educación y Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, este Museo, que cuenta con casi 4.500 metros cuadrados de espacios expositivos en los que se exhiben 2.700 del total de 17.000 piezas y obras que conforman la colección de Arqueología y Bellas Artes.
La sección de Arqueología cuenta con unas 2.000 piezas procedentes en su mayor parte de yacimientos de la provincia de Málaga, con una cronología que se extiende desde la Prehistoria hasta la Edad Media. Destacan las esculturas de mármol de la Colección Loringiana, los fondos fenicios y romanos y las producciones cerámicas y de maderas talladas musulmanas.
Por su parte, la colección de Arte destaca, sobre todo, por la pintura del siglo XIX, con cuadros de Joaquín Sorolla, Federico de Madrazo, Vicente Palmaroli, Enrique Simonet, Francisco Domingo Marqués, Emilio Sala, Martínez Cubells, Jiménez Aranda, Juan Antonio Benlliure y Enrique Mélida. A ellos se suman obras representativas de la producción malagueña, especialmente de pintores como José Gartner, Emilio Ocón, Bernardo Ferrándiz, José Denis Belgrano, Fernando Labrada, Antonio Muñoz Degrain, José Moreno Carbonero, José Nogales o Enrique Simonet.
Del siglo XX sobresale la producción de vanguardia de José Moreno Villa y la colección de obras de Picasso procedentes del Legado Sabartés, así como la muestra de arte local de las generaciones de los años 50 y 80.
Como obras singulares por su especial valor, destacan en la colección del Museo de Málaga las pinturas ‘Ecce Homo’ y ‘Dolorosa’, de Luis de Morales; ‘San Francisco de Asis’, de Murillo; ‘Bebedor vasco’, de Joaquín Sorolla; ‘El viejo de la manta’, de Picasso; ‘Esclava en venta’, de José Jiménez Aranda; ‘El milagro de Santa Casilda’, de José Nogales, y ‘Anatomía del corazón’, de Enrique Simonet, además de esculturas como ‘Cabeza de San Juan de Dios’, de Fernando Ortiz, o ‘San Antón’, de Pedro de Mena.