La Paz, 13 abr (dpa) – El director del Servicio de Salud del departamento boliviano de Santa Cruz, Joaquín Monasterio, habló hoy de alarma por la muerte de siete personas por influenza AH1N1 en el primer cuatrimestre de 2018.
«Las dos últimas víctimas fueron una mujer, de 59 años, de Ascensión de Guarayos, y una adolescente, de 15 años, del municipio de Roboré que estaba embarazada. Además existen otros cuatro pacientes en estado grave», informó a los periodistas.
Monasterio recomendó el uso permanente del alcohol en gel, evitar dar besos y saludos con la mano. También pidió a los enfermos no asistir a centros educativos ni a sus lugares de trabajo.
Los estudios de laboratorio confirmaron que existen 197 casos positivos de esta enfermedad de enero a la fecha y siete muertos por influenza, agregó.
El director de Salud precisó que cuatro personas con influenza AH1N1 están en terapia intensiva en diferentes hospitales de Santa Cruz de la Sierra, la ciudad más poblada de Bolivia.
«Pido a la población un poco más de responsabilidad. No hay que desatender a una persona que está con síntomas de gripe. El paciente no morirá si se inicia el tratamiento médico de manera oportuna», dijo a los periodistas.
Monasterio aguarda que en las próximas semanas lleguen a Santa Cruz de la Sierra las vacunas contra influenza AH1N1.