Bogotá, 22 feb (dpa) – El nombre de Pablo Escobar, el jefe del cartel de Medellín que fue abatido por las autoridades colombianas en 1993, volvió a saltar hoy a las primeras planas de la prensa por dos decisiones judiciales en torno al policía que le dio muerte y a la expropiación de algunos bienes.
La primera decisión afectó al coronel retirado de la Policía Nacional Hugo Aguilar, quien asegura que fue el encargado de abatir al narcotraficante.
Aguilar volvió a ser capturado este miércoles en el marco de una investigación por lavado de activos y enriquecimiento ilícito, aunque la Fiscalía General recién confirmó hoy la información.
El oficial retirado, que cumplió una condena de nueve años de cárcel por vínculos con un grupo paramilitar de ultraderecha, fue arrestado en la ciudad de Bucaramanga junto con su ex esposa, a quien presuntamente escrituró varias propiedades para ocultar su fortuna, según las investigaciones.
La Fiscalía señaló que los investigadores establecieron que las propiedades del coronel retirado y ex gobernador del departamento de Santander presentan «un crecimiento inusitado» a raíz de sus vínculos del pasado con el «Bloque Central Bolívar», una banda paramilitar.
«Se estableció que a través de presuntas triangulaciones comerciales con algunos integrantes de su núcleo familiar y terceras personas, habría intentado legalizar y ocultar recursos que habría obtenido por su relación con estructuras del desmovilizado Bloque Central Bolívar», señaló la Fiscalía.
De acuerdo con las investigaciones, Aguilar no ha presentado soportes que justifiquen un capital personal de 2.500 millones de pesos (unos 869.000 dólares).
Aguilar fue gobernador de Santander en el periodo 2004-2007 y en 2011 fue condenado a nueve años de prisión por haber mantenido nexos con un sector de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), banda paramilitar que se desmovilizó entre 2003 y 2006. El coronel retirado quedó en libertad condicional en 2015.
El ex gobernador quedó de nuevo en la mira de la Fiscalía hace pocos meses a raíz de una foto que circuló en redes sociales en la que se le veía conduciendo un automóvil lujoso, a pesar de que poco antes había asegurado que no tenía dinero para pagar una reparación a las víctimas del grupo paramilitar con el que tuvo vínculos.
Cuando tenía el rango de mayor, Aguilar fue uno de los comandantes del llamado Bloque de Búsqueda, una unidad de élite de la Policía Nacional encargada de desvertebrar el cartel de Medellín, que en los años 80 y 90 fue la principal banda narcotraficante del mundo.
Aguilar ha afirmado varias veces que fue el encargado de disparar el arma que el 2 de diciembre de 1993 acabó con la vida de Escobar, quien ese día fue encontrado por el Bloque de Búsqueda cuando huía por el techo de una casa en Medellín.
La segunda medida judicial relacionada con Escobar fue tomada por un tribunal del departamento de Antioquia, que expropió a favor del Estado cuatro bienes pertenecientes a la viuda del mafioso.
La decisión se refiere a un terreno, dos locales comerciales y un vehículo de lujo que pertenecieron al capo y estaban a nombre de su viuda, Victoria Henao, quien vive desde hace varios años en Argentina con la identidad de María Isabel Santos.
La medida judicial ordena el traspaso de esos bienes a un fondo estatal para la lucha contra el crimen organizado.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, propuso hace algunos meses la demolición de un edificio que perteneció a Escobar y que incluso fue blanco de un atentado con explosivos por parte del cartel de Cali en medio de la «guerra» entre ambas organizaciones en 1988.
Gutiérrez busca con eso acabar con el llamado «narcoturismo», pues muchos visitantes se toman fotos al frente del edificio, lo que, en opinión del alcalde, ofende la memoria de las víctimas del cartel de Medellín.
«Ese y todos los símbolos de ilegalidad se tienen que ir para el piso, literalmente», dijo Gutiérrez este miércoles en una visita a Bogotá.
Por Rodrigo Ruiz Tovar (dpa)