(dpa) – La historia fue instalada por el ex tenista argentino Gastón Gaudio, pero el español Rafael Nadal desmintió hoy tajantemente el mito: jamás en su vida rompió una raqueta, mucho menos siete en una noche de 2005 en Buenos Aires.
«En mi vida rompí una raqueta», dijo Nadal riendo durante un encuentro con un grupo de medios en el Masters de Londres. «Creo que Gastón está equivocado. Bah, ¡miente!», dijo sin dejar de mostrar una amplia sonrisa.
Gaudio aseguró en diciembre de 2011 en una entrevista con el diario argentino «La Nación» que tras derrotar a Nadal en los cuartos de final del torneo de Buenos Aires en febrero de 2005 por 0-6, 6-0 y 6-1, el español tuvo un estallido de furia.
«Rompió todas sus raquetas, las siete. Pensé que estaba loco. No perdió con cualquiera. Yo jugaba bien en polvo de ladrillo y había ganado Roland Garros (en 2004), pero Rafa sintió la derrota como un fracaso, no lo podía soportar», recordó Gaudio, que por entonces definió a Nadal como «un elegido».
El recuerdo de Gaudio parece sin embargo formar parte de una broma interna entre ambos jugadores, ya que Nadal desmintió la historia en su totalidad.
«No terminé ni siquiera enfadado, simplemente sentí que un muy buen jugador me había pasado por encima», explicó el español, que cuatro meses después de aquella derrota en Argentina ganaría el primero de sus ocho Roland Garros.
«¡Ni siquiera llevo tantas raquetas, seis como máximo. Y si no rompo una raqueta en la pista, que es cuando peor estás si pierdes un partido, mucho menos en el vestuario», añadió el español.
Que Nadal destrozara raquetas en un vestuario sonó siempre un tanto inverosímil, ya que al español le fue inculcado desde pequeño que no debía romper un implemento que muchos niños sueñan con tener y no pueden. Toni Nadal, su tío-entrenador, desmintió expresamente en su momento que lo hubiera hecho.
Nadal jugará este mes una serie de exhibiciones en Latinoamérica, con escalas en Lima (Perú), Santiago (Chile), Córdoba y Buenos Aires (Argentina).
Sus recuerdos de su última visita a Argentina son muy buenos: «Probablemente puedo decir que desde que jugué en Argentina todo comenzó a ir bien».
Fue así, porque tras ser derrotado por Gaudio, el español ganaría en Costa de Sauípe y en Acapulco, dos de los 11 torneos que conquistó ese año, en el que dio un salto de 50 puestos en el ranking hasta instalarse como número dos del mundo.
«Desde aquel día comenzaron mis éxitos como tenista, mis recuerdos de aquel torneo son inolvidables. Volvemos prácticamente nueve años después con la misma ilusión de encontrarme con un público amigo».
Nadal elogió a los argentinos y al público argentino. «Es un público entendido en tenis, que ha tenido grandísimos campeones. Gente animada, que disfruta de los momentos, gente que entiende de tenis. Jugar enfrente de gente que sabe siempre es especial».
El número uno del mundo prometió dedicar algún día tiempo a pasar sus vacaciones en Argentina, y también asistir a un partido del equipo predilecto del argentino Juan Mónaco, uno de sus mejores amigos en el circuito.
«Ver jugar a Estudiantes de La Plata no es lo único que tengo pendiente, sino también visitar bien Argentina. Lo vamos a hacer. Mis padres fueron, amigos fueron, les encantó».
Nadal, de 27 años, recordó que fue gracias a Carlos Moyá, gran amigo suyo, que en sus inicios en el circuito se relacionó con los jugadores argentinos.
«Él era amigo de todos los argentinos, y yo crecí junto a esa legión. Argentina es un país necesario para nuestro deporte».
Por Sebastián Fest