Madrid, 25 abr (dpa) – El conocido como «mastergate» es un escándalo que sacude desde hace un mes al Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy y forzó hoy la dimisión de una de sus dirigentes más importantes, Cristina Cifuentes, como jefa del Gobierno de Madrid.
Las primeras informaciones surgieron a final de marzo, cuando el periódico digital eldiario.es reveló supuestas irregularidades en las calificaciones de un máster (maestría) de Derecho Autonómico cursado supuestamente por Cifuentes en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC).
El diario informaba sobre un cambio en las notas de dos asignaturas de la titulación, que pasaron de «no presentadas» a «notable» en su expediente académico del máster, cursado en 2011-2012.
En una primera reacción, la Universidad atribuyó el cambio a una «mala transcripción informática», pero poco después su rector, Javier Ramos, anunció una investigación interna.
La presidenta del Gobierno regional de Madrid dijo ser víctima de una «operación política» y se defendió ante las acusaciones.
Sin embargo, la prensa fue revelando en los días posteriores nuevas informaciones que la pusieron en la cuerda floja. Según el diario «El Confidencial», dos de las tres firmas del tribunal que evaluó su trabajo de fin de máster (TFM) eran falsas. Una de las profesoras que supuestamente había firmado corroboró que la firma no era suya.
El rector de la URJC admitió que en la investigación abierta no se halló el acta del TFM de Cifuentes, pese a que su registro era obligatorio. «No se puede confirmar que defendiera el trabajo de fin de máster», declaró en una rueda de prensa.
Por otra parte, el director del máster, Enrique Álvarez Conde, declaró haber sufrido una «enorme presión» el mismo día en que el eldiario.es destapó el caso para aportar una documentación que avalara a Cifuentes. Finalmente fue suspendido por la URJC.
La creciente presión sobre Cifuentes se volvió hoy insostenible cuando otro portal de noticias difundió un video de 2011 en el que se la ve retenida por el guardia de seguridad de un supermercado tras llevarse al parecer unos cosméticos sin pagarlos. Horas más tarde, la política del PP anunció su dimisión.
El llamado «mastergate» tuvo en España una gran repercusión política, mediática y social que fue más allá de Cifuentes y puso en el punto de mira los currículos de los políticos españoles y, por otra parte, a la Universidad pública española.