Roma, 21 mar (dpa) – Un seleccionador temporal, un par de jóvenes y un grupo de veteranos con el incombustible Gianluigi Buffon a la cabeza. Con esa nómina iniciará el fútbol italiano su recuperación tras la debacle que sufrió en noviembre al no clasificarse para el Mundial de Rusia 2018.
Y dadas las circunstancias, Argentina no parece el rival ideal para la «Azzurra». Ambos equipos, que suman seis títulos mundiales entre los dos, se medirán el viernes en el Etihad Stadium de Mánchester en el que será el primer partido de Italia desde aquel 13 de noviembre de 2017, la fecha en la que el calcio vivió su propio «apocalipsis». Así, al menos, lo señaló la prensa.
El encuentro se había organizado antes de que Italia se quedara fuera de su primera Copa del mundo en tres décadas. Y lo que iba a ser un amistoso con aroma a Mundial se convirtió en el kilómetro cero de la recuperación de Italia.
«Desafortunadamente, el fallo de no clasificarnos al Mundial es una mancha que todavía está presente», indicó el mánager general de «La Nazionale», Gabriele Oriali. «Pero ahora tenemos dos partidos muy importantes por delante y cuando juega la selección nacional no se puede hablar de amistoso».
«Y menos cuando vas a jugar contra equipos como Argentina e Inglaterra», añadió sobre el siguiente compromiso de los «azzurri», el martes en Wembley.
Oriali, que como jugador levantó el título mundial en España ’82, se mantuvo en el cuerpo técnico de la selección tras el despido en noviembre del técnico Gian Piero Ventura. Días después, Carlo Tavecchio dejó la presidencia de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC).
Los cambios no se detuvieron ahí. Roberto Fabbricini asumió la jefatura de una comisión extraordinaria que dirigirá la FIGC hasta julio, mientras que Luigi di Biagio fue elegido en febrero como seleccionador de forma interina.
Mientras se suceden los nombres de Antonio Conte, Roberto Mancini, Carlo Ancelotti y Claudio Ranieri como candidatos al banquillo, Italia parece tener los pies en arenas movedizas antes de chocar con la Argentina de Lionel Messi.
Pero Di Biagio, un ex internacional que dirige a la sub 21 desde 2013, no esconde su ambición de mantener el cargo. Para ello será imprescindible mostrar una buena imagen en los amistosos.
«No puedo negar que haya algo en juego», comentó Di Biagio. «Admito que quiero complicarle las cosas a la federación en la búsqueda de un nuevo entrenador, pero no es una prioridad. Lo que importa ahora es relanzar al equipo y recuperar el entusiasmo en torno a la selección».
Lleno de entusiasmo debe estar Patrick Cutrone, que fue convocado por primera vez junto a Federico Chiesa. Ambos han sido ya internacionales con Italia en categorías inferiores.
«Tengo 20 años y nunca he dejado de soñar», indicó Cutrone. «El año pasado estaba en el juvenil del Milan y no pensé que iba a estar aquí ahora».
Cutrone, que lleva 15 goles en su temporada del debut en el Milan, se mostró ilusionado por medirse a Messi en el amistoso del viernes.
«Es un jugador de ‘Play Station’ y representa verdaderamente el fútbol. Estoy emocionado por verle de cerca», dijo el delantero de los «Rossoneri».
Di Biagio conservó la columna vertebral de la Italia de Ventura, con Andrea Belotti y Ciro Immobile como favoritos para ocupar la delantera. Pero las seis sustituciones permitidas en los amistosos podría dar oportunidad a los más jóvenes.
Buffon, que dobla en edad a Cutrone, anunció tras la eliminación de Italia que dejaría la selección, pero Di Biagio le convenció de que siguiera al menos por estos dos amistosos.
Leonardo Bonucci, de 30 años, es el más veterano de la defensa, en tanto que Giorgio Chiellini se perderá ambos compromisos por una lesión.
Por Alberto Cagliano (dpa)