Si a algo se aprende pronto cuando eres del norte es a programar y desarrollar planes interesantes sin tener en cuenta cómo está el tiempo. Más aún si vives entre montañas y es otoño. A quien le apetezca quedarse en casa, encender la chimenea y hacer maratón de series y películas, adelante. El plan pinta perfecto… hasta que se recuerdan los eventos destacados del otoño asturiano, y que representan toda una tentación.
Nadie que viene a Asturias se queda sin hacer la parada de rigor para comer tras una jornada de senderismo en alguno de sus parques naturales, o en alguna ruta costera que descubre esas joyas a orillas del Cantábrico. Y eso ha situado a nuestra comunidad en el punto de mira de esos viajeros sibaritas que se dan auténticos homenajes culinarios.
Hace poco conocíamos que Asturias mantenía sus nueves estrellas Michelín, repartidos en ocho restaurantes: Casa Macial (que tiene dos), Casa Gerardo, Auga, La Salgar, El Corral del Indianu, Real Balneario, Arbidel y El Retiro. Pero muchos otros chefs aficionados y anónimos de nuestras tierras bien podrían tener su premio. De hecho, lo tienen. En alguno de los eventos que repasamos a continuación.
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A por las cebollas rellenas de El Entrego
Hoy día, se trata de uno de los eventos gastronómicos más conocidos de nuestra geografía, y tiene que ver con que fue declarada Fiesta de interés turístico del Principado de Asturias. Y es que la fiesta de Les cebolles rellenes se remonta a los años 60.
Un mero repaso al menú ya hace la boca agua: cebollas rellenas de bonito, ración de callos y, de postre, casadielles. Para no iniciados, estas últimas son similares a las empanadillas fritas y se elaboran con una masa de harina de trigo rellena de una mezcla de nueces (o avellanas), azúcar y anís. De todas formas, si las cebollas gustan, y considerando que son las protagonistas, se puede optar por escogerlas como únicas integrantes del menú.
Este año, la organización prevé despachar unas 12.000 raciones del plato típico, entre los bares, sidrerías y restaurantes que participan. Los visitantes son recibidos con los brazos abiertos y con, además de buena comida, una variada programación cultural: verbenas, una carrera popular, la fiesta de la cerveza, la carpa de los chochos o teatro, entre otros actos. Para no perdérselo, del jueves 30 de noviembre al domingo 3 de diciembre.
El pote asturiano se cocina en Turón
No menos expectación genera otro plato que, además, es 100% astur: el pote. En Turón, en Mieres, se le hace el mejor homenaje posible coincidiendo con la festividad de Santa Bárbara, patrona de los mineros. La fiesta también ha sido declarada de interés turístico del Principado, así que no te la pierdas. Tienes del 2 al 10 de diciembre para ir.
El nombre completo del plato da una idea de su autenticidad: pote minero de Turón. Las jornadas se celebran desde hace ya más de 25 años y están ligadas al amplio patrimonio industrial de Mieres, que es también el de Asturias. Hay que recordar, no obstante, que el visitante se hallará en un entorno natural declarado Paisaje Protegido, como son las Cuencas Mineras.
No olvides preguntar cómo se preparan las patatas, las berzas y las fabes, así como los embutidos y la carne de cerdo que conforman el “compangu” de este suculento manjar. Otra cosa es, claro, que te salga igual. El queso y la tarta turonesa, con su Rioja de rigor, conforman el resto del menú.
Blimea, la capital del pimiento relleno
Siempre habrá hueco, tras sendas experiencias culinarias, para una tercera. Desde Turón nos vamos a la localidad de Blimea, en San Martín del Rey Aurelio para ser testigos de primera mano de certamen dedicado a los pimientos rellenos, que echara a rodar hace más de 40 años. El visitante que presuponga que es tiempo suficiente como para haber extraído lo mejor de la receta estará en lo cierto. Si en algún lugar hay que comerse los pimientos rellenos es en la fiesta que le dedican en Blimea, también de interés turístico.
Como se trata de brindar al visitante toda una experiencia, más allá de la que viva a través del paladar, también en la localidad se organizan actos culturales diversos: el pregón con la entrega del Pimiento de Oro, actuaciones, concursos, representaciones teatrales, actividades para los más pequeños… Todo por celebrar la amistad y las recetas más tradicionales, del 6 al 10 de diciembre.
Despedidas capitalinas: otro registro
Más allá de lo gastronómico, más allá incluso de lo asturiano, el otoño también es buena época para plantearse otro tipo de escapadas. Por ejemplo, las protagonizadas por grupos de amigos y amigas y que tienen por objeto despedir la soltería de alguno de ellos. Y es que hay otras formas de darse un homenaje.
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Un reencuentro con la historia es lo que propone Nattivus, si es para eso para lo que se acude a la capital. Todo cabe, claro, en un fin de semana de desenfreno. Dentro de sus excursiones en Madrid, está la Excursión El Escorial, una de sus grandes estrellas. El Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial fue considerado a finales del siglo XVI, recordemos, como la Octava Maravilla del Mundo.
Diciembre es un buen mes para organizar la despedida por muchas razones. Las comidas con familiares, amigos o compañeros de la empresa se suceden, así que cualquier lugar goza de buen ambiente. Se trataría de hacer un 2 en 1: reunión navideña de amigos más despedida de soltero/a. En las grandes capitales, además, se une el atractivo del decorado callejero y de una programación también propia de las fechas.