Tener una mascota es mucho más que compañía, previenen trastornos psicológicos y ayudan a combatir enfermedades.
Los beneficios de tener una mascota están científicamente demostrados. Más allá de los enternecedores vídeos que circulan por Youtube, existen historias casi inverosímiles y fascinantes que demuestran lo que un perro está dispuesto a hacer por su dueño. Quizá la más famosa de todas ellas sea la de Bobby, el terrier de un policía de Edimburgo que tras morir su amo, permaneció los catorce años que le quedaban de vida acompañándole junto a su tumba. Su fama llegó a tal punto que la fidelidad de Bobby fue premiada con la construcción de una estatua que hoy constituye una visita imprescindible para todo el que visite la capital escocesa. La fidelidad de los animales no siempre es recompensada y muchos son abandonados cuando se convierten en un incordio, cuando los dueños se van de vacaciones o cuando ya no cumplen la función para la que fueron obtenidos.
Sin embargo, los que comprendan la responsabilidad que conlleva ampliar la familia con una mascota se verán recompensados con numerosos privilegios que ya han sido demostrados por la ciencia. Las personas que tienen un perro contraen menos enfermedades y alergias, debido a la inmunidad que desarrollan a ciertos gérmenes por su mayor exposición a ellos. El estado físico mejora, se ha demostrado que los propietarios de canes realizan una media de treinta minutos de ejercicio al día.
Tal vez uno de los descubrimientos más sorprendentes es la capacidad de los perros para detectar el cáncer. Se han documentado casos en los que el animal huele o lame un bulto que resulta ser un tumor.
La disminución del estrés y la ayuda a la hora de paliar trastornos como la ansiedad y la depresión están comprobados desde hace años. Los perros ayudan a mejorar las relaciones y la interacción con otras personas, su fidelidad es inquebrantable y su compañía tiene un valor inestimable. Adopta a un amigo.