Nueva York, 16 abr (dpa) – A falta de cinco meses para que arranque el juicio en el que puede ser condenado a cadena perpetua, el narco mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán vuelve a presentarse este martes ante el juez federal de Nueva York que lleva su caso en una nueva vista oral preparatoria del proceso en la que ha pedido la palabra.
La fiscalía se opone a que el ex jefe del cártel de Sinaloa hable en la sala del juez Brian Cogan porque teme que de esa forma pueda mandar un mensaje oculto. Guzmán ya intentó tomar la palabra en la vista anterior, el 15 de febrero, y el magistrado estuvo a punto de permitírselo, pero cambió de parecer tras escuchar los argumentos de los fiscales en un aparte junto al estrado.
Desde su extradición desde México, la noche anterior a que Donald Trump jurara como presidente de Estados Unidos el 20 de enero de 2017, «El Chapo» se encuentra en una prisión de máxima seguridad de Manhattan en un estricto régimen de aislamiento que tiene como objetivo evitar una fuga como las dos que protagonizó en su país, así como que pueda retomar las riendas del cártel o dar órdenes desde su confinamiento.
Solo lo visitan su defensa y las hijas gemelas de seis años que tiene con su actual mujer, la ex reina de la belleza Emma Coronel. Ella no tiene permiso para verlo.
«El Chapo», sexagenario, es el ex jefe de uno de los cárteles más violentos y sanguinarios en la historia de México. Estados Unidos lo acusa de introducir toneladas de droga al país al frente de lo que el Departamento del Tesoro calificó como un «imperio criminal» de tráfico de cocaína, marihuana, heroína y metanfetaminas.
Hay 17 cargos contra él de cara al juicio que arranca en septiembre en la corte federal del Distrito Este de Nueva York. El principal es el de manejo de organización criminal. Ninguno es un delito de sangre, pero es suficiente con que sea declarado culpable en uno solo para que tenga pasar el resto de su vida en una cárcel.
Su destino estará en manos de un jurado de 12 personas que comenzará a ser seleccionado en agosto mediante un cuestionario y que quedará definitivamente conformado a partir del proceso de selección in situ que arranca el 5 de septiembre.
El juez fijó en 650 personas el universo inicial de potenciales jurados para iniciar la selección, pero tanto la defensa como la fiscalía pedirán mañana martes que la cifra se eleve a al menos un millar, sabedores de las dificultades de encontrar 12 jurados y seis suplentes para un juicio que durará al menos tres meses y en el que el jurado será anónimo y estará protegido por agentes de la ley para evitar que el entorno de «El Chapo» pueda presionarlo.
«Estoy enfermo por toda la situación», se llegó a escuchar decir bajito a «El Chapo» el pasado 15 de febrero antes de que el juez, a petición de la fiscalía, interrumpiera el parlamento que había iniciado.
La solicitud que ha presentado su abogado, Eduardo Balarezo, para que pueda dirigirse este martes al juez Cogan señala que Guzmán quiere referirse a las condiciones de su encarcelamiento, a su salud mental y a la financiación de su defensa, los tres temas sobre los que ya quiso hablar hace dos meses. «Pero hay otros problemas adicionales que el acusado querría plantear», añadió.
La defensa del mexicano se ha quejado continuamente de la dureza de las condiciones del cautiverio en las que está, que asegura que merman su salud física y psíquica. «Vomita casi todos los días», dijo en febrero Balarezo, que también ha hablado de alucinaciones auditivas y de depresión de su cliente, confinado 23 horas al día en una celda de 15 metros cuadrados donde nunca se apaga la luz.
La incomunicación dificulta además el pago de sus honorarios al abogado porque cierra a «El Chapo» el acceso a sus fondos.
La fiscalía expresó recientemente su intención de utilizar el dinero que está recibiendo Balarezo como prueba de la «riqueza inexplicable» de Guzmán y vincularlo de esa forma a actos criminales.
La revista «Forbes» llegó a considerar a «El Chapo» como uno de los hombres más ricos del planeta. Pero de los activos por valor de 14.000 millones de dólares que las autoridades calculan que amasó con sus negocios ilícitos no se encontró de momento ni un centavo.
Por Sara Barderas (dpa)