El presidente de la Fundación Municipal de Cultura y concejal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos, ha presentado el Carnaval 2018 de Oviedo, que se celebrará los días 16 y 17. El edil ha estado acompañado por la concejala de Atención a las Personas, Marisa Ponga y el encargado del proyecto artístico, Luis Antonio Suárez.
Sánchez Ramos ha comenzado su intervención recordando que «este proyecto de la Fundación Municipal de Cultura, con una consignación cercana a los 90.000 euros, requiere agradecer el trabajo, entre otros, de Luis Antonio y del pintor Carlos Sierra, que ha donado una de sus obras para ilustrar el programa». La principal novedad de este año, ha aclarado el edil, «es que se contempla el Carnaval desde un punto de vista antropológico. Es un Carnaval nuevo que constará de dos días, para dos públicos, el viernes 16, para los más pequeños, en el Palacio de Congresos; y el 17, sábado, para los adultos: Desfile, Entierro de la Sardina y Concurso». Ambos días, las actividades comenzarán a las 18 horas.
Respecto al Desfile, el edil de Cultura ha desglosado su contenido: «Tendrá por primera vez, tres secuencias o partes: la primera, Mascaradas de invierno asturianas, con la participación de Mazcaritos d´Uviéu, Zamarrones de Lena y Sidros de Valdesoto; la segunda, el Carnaval clásico, con la escena del «El Rey Momo del carnaval», interpretado por el Grupo Margen y seis charangas, además de los concursantes y, en tercer lugar, el «Entierro de la Sardina y duelo», a cargo de Mercáu Astur». El concurso de disfraces se desarrollará, a partir de las 20 horas, en la plaza de la Catedral.
Luis Antonio Suárez recordó la importancia histórica del cuadro donado por Carlos Sierra, «La máscara», porque luce el vestuario mexicano encargado por el Ayuntamiento de Oviedo para un Desfile de América en Asturias. También ha destacado, como novedades del Desfile de esta edición el nuevo concepto con el que se abordará el «Entierro de la Sardina»: «Hemos intentado la búsqueda de una personalidad, buscar la forma de que este cortejo fúnebre sirviese de inspiración para crear todo un séquito de disfraces absurdos , más en consonancia con el surrealismo: viudos y viudas en diferentes versiones , objetos , animales , personajes y cosas que de alguna manera se aproximen a una situación de duelo , tristeza , viudedad , llanto o grito que convertirían cualquier disfraz en algo indicativo del lúgubre entierro . Es un buen ejercicio de imaginación».
400 participantes de centros sociales
Marisa Ponga ha destacado el papel de los centros sociales en la comitiva. «Son grandes focos de dinamización social. Este año participan 19, más de 400 personas, a las que el Ayuntamiento ha destinado una aportación de 7.000 euros para los disfraces y el transporte de los usuarios de centros sociales de la zona rural».
Roberto Sánchez Ramos ha recordado las distintas modalidades del Concurso de Disfraces y del de comercios y locales de hostelería.